Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 36

Su intimidación era como un aliento de hielo lanzándose contra Charlotte.

Charlotte inmediatamente recordó el castigo de Zachary para Víctor. Su rostro perdió el color al instante. “E-escúchame… No-no era mi intención hacer esto. Es-estaba sonámbula… ¡Así es! Tengo tendencias de caminar dormida. Pregúntale a mi papá. De verdad no sé qué sucedió. ¡De verdad estaba sonámbula!”.

Ella notó que las comisuras de los labios de Zachary se levantaron justo cuando ella dijo esto.

Incluso una casual curva de sus labios podría resultar en una línea perfecta en este hombre extremadamente apuesto, y verlo era absolutamente impresionante.

'¿Está sonriendo?'.

Sin embargo, Charlotte pronto se dio cuenta de lo estúpido que era ese pensamiento. ¿Cómo era posible que Zachary estuviera sonriendo? ¡Las comisuras de sus labios obviamente temblaban de la rabia!

“¿Estás insinuando que te parezco un idiota?”. Los labios helados de Zachary hervían, pronunciando cada palabra, cada sílaba cubierta de hielo que perforaba sus huesos.

Charlotte sintió como si la hubieran convertido en un iceberg.

Zachary la soltó, quitando su apoyo y provocando que ella cayera al suelo con un fuerte “pum”.

“Serás puesta en confinamiento”. Él apartó su mirada fría e irritada de ella y miró al frente. “A partir de ahora, esta casa será tu prisión. No tienes permitido poner un pie afuera hasta que cumplas tu sentencia”.

'¿Qué?'.

Charlotte escuchó un zumbido en su cabeza. Ella inmediatamente perdió el control y se puso de pie, para confrontar a Zachary cara a cara.

“Entré a tu habitación por error. No era mi intención hacerlo. ¿Qué te da derecho a quitarme la libertad?”.

“¿Error?”.

Zachary la miró de vuelta con desdén y se rio burlonamente.

“¿Todavía tienes el descaro de insistir en que fue un error?”.

“Tienes diez segundos para salir de mi habitación. Si alguna vez vuelves a hacer esto… Bueno, ¡considera a Víctor como un ejemplo!”. Zachary se enojó, entonces se dio la vuelta y se fue.

En ese mismo momento, Zachary había provocado con éxito la obstinación innata de Charlotte. Ella sonrió mientras lo veía marcharse.

“¿Y qué si me metí deliberadamente a tu cama? Yo soy tu esposa. Es mi derecho dormir en la misma cama contigo. ¿En serio quieres hacerme esto?”.

Él le estaba dando la espalda y sus ojos negros como la tinta se llenaron de burla. “Así que finalmente lo estás admitiendo. Tus impulsos sexuales te dominaron”.

'¿Qué?'.

Charlotte se mordió los labios resentidamente y las lágrimas brotaron amenazadoras de sus ojos. “Después de todo lo que he dicho, no me has escuchado en absoluto”.

Zachary continuó caminando, con sus ojos llenos de un brillo helado.

“Lo diré de nuevo, Charlotte. Yo tomo cada decisión por ti. Si digo que dormirás en mi cama, dormirás en mi cama. Si digo que no lo harás, no lo harás”.