Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 811

El hombre estaba completamente alterado. Su rostro feroz estaba empapado de sangre, mientras que sus ojos brillaban color rojo.

El otro hombre alto y delgado se veía un poco extraño. Tenía un rostro anticuado y ojos apagados. Él sacó una jeringa cuando recibió la orden del hombre sin afeitar y se la entregó al hombre que estrangulaba a Sotiria.

El hombre agitó la jeringa frente a Sotiria. El extremo afilado y puntiagudo de su aguja brilló con una luz helada.

“La persona que quiere vengarse de ti dice que has perdido la memoria y que ya no recuerdas tu adicción. Han pasado más de cuatro años y no te has drogado. Sin embargo, esta dosis te ayudará a recordar quién eres… Estas drogas son los últimos productos más puros, eufóricos y adictivos. Una vez administrada, no podrás dejar de consumirla, sin importar qué tan fuerte sea tu fuerza de voluntad. Te convertirás en una esclava de estas drogas para siempre. ¡Me pregunto si el Señor Larson todavía se casará con una cosa inútil como tú!”.

Sotiria sintió como si una represa de agua hubiera estallado dentro de ella. Su cuerpo tembló violentamente.

Luego, sintió un pinchazo en la piel. Ella observó cómo el hombre le inyectaba la jeringa en el brazo. Anteriormente estaba luchando profusamente, pero ahora, solo estaba llena de desesperación.

'¡Estoy acabada!'.

No solo iba a ser humillada por dos hombres feos e inmundos, sino que iba a ser destruida por drogas aterradoras. Iba a ser reducida a una esclava de las drogas…

De ahora en adelante, no solo su vida estaría envuelta en tinieblas sin una pizca de luz, sino que incluso Naomi sufriría por su culpa, por su madre drogadicta. ¡Ellas vivirían en la miseria!

Sotiria cerró los ojos por el dolor y las lágrimas corrieron por su rostro.

¡Blam!

Los ojos del hombre se llenaron gradualmente de miedo mientras miraba a Zachary.

Él sintió un dolor extremo en la muñeca y escuchó un fuerte crujido: Zachary le había roto las muñecas, así por así. Zachary incluso le había quitado el cuchillo. Antes de que pudiera volver a sus sentidos, Zachary clavó el cuchillo en su hombro con una mirada indiferente en su rostro.

“¡Ahh!”.

El intenso dolor hizo que el hombre perdiera el conocimiento.

Después de que Zachary pateó al hombre sin afeitar, Sotiria perdió el apoyo y se derrumbó en el suelo. Zachary ignoró a los dos hombres y corrió al lado de Sotiria. Se agachó y la cargó en sus brazos.