Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 826

Sotiria, que solo quería buscar a Renata y saldar cuentas, colgó y estaba a punto de bajarse del coche.

Sin embargo, tan pronto como las puntas de sus dedos tocaron la manija de la puerta del coche, la mano grande de Zachary agarró con fuerza su mano relativamente pequeña.

Él se veía tan frío como un témpano de hielo, pero la temperatura de su palma se sentía extremadamente cálida. Ella inmediatamente retiró su mano como si hubiera sido electrocutada, y sus labios temblaron. “Señor Connor, te he dicho todo lo que debería decirte. Por favor, mantén una distancia adecuada entre nosotros. De lo contrario…”.

“De lo contrario, ¿qué harás?”. Zachary, que se veía tan guapo como una deidad, dejó escapar un aura traviesa. “¿Gritar en voz alta diciendo que te he acosado o agredido? ¿Para que alguien venga a rescatarte?”.

Sotiria se quedó sin palabras. Solo podía mirar avergonzada e impotentemente al grupo de personas que seguían hablando de ella fuera del coche.

'¡Mira! Zachary ha arruinado por completo mi reputación'.

'Ahora todos creen que soy una mujer inmoral que tiene una aventura mientras está comprometida. Si tuviera que gritar en el coche, no solo nadie vendría a rescatarme, sino que estas personas afuera del coche podrían incluso pensar que Zachary y yo lo estamos haciendo en el coche…'.

'¡Si ese es el caso, ni siquiera podré limpiar mi propio nombre sin importar lo que haga!'.

“Te llevaré de vuelta a casa”. Aunque la voz de Zachary sonaba débil y fría, era seductora y encantadora al mismo tiempo.

Sotiria estaba sorprendida. “¿Qué?”.

Zachary, que era tan majestuoso como un rey, siempre hablaba de manera extremadamente casual. “Espejismo en el Distrito del Mar, Condominio 37, Unidad 903. Te llevaré ahora”.

'¡Oh por Dios! Lo que Zachary acaba de decir, ¿¡no es la dirección del condominio de Renata!?'.

Ella bajó un poco la cabeza y no se atrevió a mirar directamente a los ojos de Zachary. A pesar de que no quería someterse frente a él, su inmensa aura la reprimía. Sus dientes seguían rechinando. “Señor Connor, ¿estás… amenazándome?”.

“Sí, correcto”. El rostro de Zachary era frío e indiferente, como si fuera el rey de los demonios. Él pellizcó la barbilla de Sotiria con el pulgar y el índice y levantó su rostro con fuerza, haciéndola mirar directamente a sus ojos cristalinos.

“Cariño, por culpa de tu acusación ayer, Garrison me dio un puñetazo en la cara y tu hija me mordió en la pierna. De acuerdo con mis principios, debería comenzar mi venganza después de que haya probado mi inocencia”.

Sotiria respiró.

Los rumores decían que Zachary siempre torturaba a sus enemigos con métodos inhumanos que les hacían desear la muerte. Estos rumores nublaron su corazón como una nube de tormenta, y podía sentir que incluso su alma temblaba.

“¿Qué vas a hacer… para vengarte…?”.