Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 899

Resumo de Capítulo 899 Endeuda a otro Connor: Amor Adictivo de CEO

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Las comisuras de los labios de Zenios se torcieron. Sin embargo, no dijo una palabra más. Solo la decepción en sus ojos azules era sumamente espesa.

Hace cuatro años, cuando Charlotte se fue, fue como si se hubiera llevado su alma con ella. Desde ese momento, era como si él se hubiera convertido en un caparazón vacío. Los placeres terrenales, la tristeza, la alegría o la ira no eran más que humo y espejos para él. Ya no lo afectaban en absoluto.

Ya no podía sumergirse en un papel y seguir actuando.

Él no tuvo más remedio que anunciar su retiro de la industria del entretenimiento en el apogeo de su carrera.

Él pensaba en Charlotte en cada momento de cada día. Ni siquiera podía molestarse en preocuparse por su apariencia. Permitió que una barba creciera salvajemente en su rostro. Se aferraba a la foto de ella todos los días, contemplaba el libro autografiado que ella le había dado una vez, y se quedaba encerrado en su villa, como si fuera su prisión…

El clima había sido terrible hoy, por lo que había hecho que su ánimo decayera aún más. Entonces, tomó su coche y aceleró salvajemente en la carretera. Para su sorpresa, se había topado con Sotiria, quien casualmente había caído al lago.

Después de salvarla, llevarla a la orilla y ver cómo su rostro se parecía al de Charlotte y cuánto se parecía a Charlotte cuando él la abrazaba… Se había rebosado de alegría.

Cuando ella se despertó, se dio cuenta de que su voz y su forma de hablar, igual que sus expresiones, también eran muy similares a las de Charlotte, por lo que se había llenado de alegría aún mayor.

Había pensado que Dios se había apiadado de él y había dispuesto que alguien que se parecía a Charlotte lo salvara.

¡Desafortunadamente, era Sotiria!

'Jeje… ¡Sotiria Green!'.

Él rara vez salía de casa, pero en los últimos días, las noticias sobre los intentos de su Segundo Tío de “seducir” a Sotiria se habían vuelto virales en sus círculos sociales. Él mismo había recibido noticias de ello. Así que conocía muy bien el pasado “colorido” de Sotiria…

'¡Vaya broma! Carlie… ¡Ella era la chica más hermosa, adorable y perfecta del mundo! ¡Ella fue la que se me escapó!'.

Él tenía que tener algún tornillo flojo en alguna parte, por eso había terminado pensando que una mujer como Sotiria se parecería tanto a su Carlie.

Sotiria era una persona llevadera.

“Sé que, en el fondo, odias a las mujeres como yo. No soñaría con hacerte cambiar de opinión, pero no me gusta deberle nada a nadie, especialmente cuando se trata de amabilidad. Me has salvado la vida. Este es mi número. Si alguna vez necesitas mi ayuda, llámame. Te ayudaré, sin importar dónde esté, con tal de que esté dentro de mis capacidades”.

Ella se inclinó y colocó una hoja de papel que contenía su número en la mesa de café mientras hablaba.

Ella había hecho lo mismo por Zachary.

Ella no estaba haciendo una oferta superficial.

Independientemente de quién había sido en el pasado, ahora era una persona que no carecía de gratitud.

Ella y Garrison habían acordado que dejarían Rothesay pasado mañana y establecerían una casa en la Ciudad de Bahía para pasar allá el resto de sus vidas.

Si Zachary y Zenios alguna vez necesitaran su ayuda, ella regresaría. Sin importar cuán difícil fuera la tarea, haría todo lo posible para completarla.

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