Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 953

En ese momento, una mujer alta y delgada de repente empujó su carrito hacia ella y le bloqueó el camino.

“¿Tiria? ¿Eres tú?”.

'¡Dios mío! ¿Tengo un blanco en mi espalda o qué? ¿Cómo me reconoció?'.

Sotiria se subió la mascarilla, luego levantó la cabeza y miró a la mujer. Se quedó sin aliento cuando vio su encantador rostro de sensual.

“¡Oh, eres tú!”.

'¡Melina!'.

¡La mujer que casi la había dejado discapacitada no hace mucho tiempo, a quien más tarde se aseguró de que pagara un alto precio por sus acciones! Ese día había mandado a dos hombres feos para que la humillaran y también le grabaran un vídeo… ¡Melina definitivamente la odiaba!

Ahora, la había reconocido y nunca renunciaría a esta oportunidad de exponerla en público y usar los desagradables chismes sobre ella para humillarla públicamente. ¡Estaba condenada!

“No te preocupes, Tiria. No tengo malas intenciones hacia ti”. En lugar de alzar la voz, Melina la bajó para que las personas a su alrededor no pudieran escucharlas. “Escuché lo que sucedió ayer, pero me di cuenta de que te engañaron nuevamente”.

'¡Dios mío! ¿Mi vídeo sexual con Zachary se publicó en Internet? ¿Me he vuelto viral ahora?'.

Las manos y los pies de Sotiria estaban fríos. Casi echa espuma por la boca y se desmaya.

Ella se obligó a contener las lágrimas. “¿Qué tipos de maldiciones circulan sobre mí? ¿Hay alguien que me defienda?”.

“Después de lo que pasó, obviamente hay gente maldiciéndote a tus espaldas, así que creo que será mejor que no menciones eso. Tampoco deberías mirar los comentarios por el bien de tu salud mental”.

'¡Virginia! ¡Mi madrastra! ¡Es la misma mujer que mató a mi madre y trató de matarme a mí!'.

Una vez que escuchó ese nombre, el odio que Sotiria había aplastado hasta lo más profundo de su corazón inmediatamente explotó como un volcán, ardiendo con furia.

“Según tu reacción en ese vídeo, probablemente estabas afectada por la droga que Virginia me dio en ese entonces. Puede que no tenga pruebas, pero sospecho que ella es la que está detrás de todo”.

La voz de Melina resonaba continuamente en los oídos de Sotiria.

Sotiria sentía como si un cuchillo le hubiera atravesado el corazón. No sabía cómo se las arregló para encontrar su voz. “Perdí mis recuerdos, así que no recuerdo el rencor entre Virginia y yo. Melina, ¿tienes alguna información sobre eso? ¡Melina! ¿Ella por qué quiere hacerme daño?”.

“No estoy muy segura de los problemas entre ustedes, pero escuché un rumor…”. Con miedo de que alguien escuchara, Melina presionó sus labios a la oreja de Sotiria. “En realidad, tú solías ser una chica buena, pura e inocente en el pasado, pero en el primer aniversario de la muerte de tu madre, algo te sucedió. Esa noche, tres hombres robaron tu virginidad en un bar y también te inyectaron una droga. A partir de ese momento, te convertiste en una adicta y una mujer descuidada y sin sentido de la dignidad. Escuché que esos tres hombres estaban actuando bajo las órdenes de Virginia”.