Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 991

En ese momento, la fachada “amable” en los ojos de Virginia desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

'¡Sotiria! Así que, ¿esa chiquilla quiere desafiarme? ¡Todavía estás verde!'.

Sotiria había anticipado que Virginia le diría a Harvey que ella era la villana que presentó una demanda primero. Ella no esperaba que Harvey le creyera, así que sonrió con indiferencia y luego habló con una voz completamente fría.

“No me malinterpretes, Harvey. Sé que estás senil desde hace mucho tiempo. Eres incapaz de ver la verdad”.

“Tú…”.

Harvey sintió como si pudiera tener un ataque de ira en cualquier momento.

Sotiria lo miró satisfecha. Sus ojos estaban llenos de una mezcla de frialdad y desdén.

“Escuchaste a Virginia, ella mató a mi madre. Recuerda esto, un día, la voy a exponer. Tienes un corazón débil. Te estoy mostrando esto para que te prepares mentalmente. No quiero que mueras de un ataque al corazón después de descubrir la verdad y darte cuenta de que tu amada esposa es una serpiente”.

“Tú… tú… tú…”.

Harvey jadeó enojado, incapaz de formular una oración completa.

Sotiria volteó su mirada hacia Virginia. Su voz se volvió aún más fría.

“Recuerda, Virginia. Estaba impaciente por exponerte esta vez, así que permití que te escaparas por error. Esto no pasará de nuevo. La próxima vez que nos encontremos, te expondré por lo que realmente eres. Y ese será el momento en que pagarás por tus crímenes”.

Ella se dio la vuelta con arrogancia una vez que dijo esto y caminó hacia la entrada del patio sin mirar atrás.

'¡Zachary! Solo nos conocemos desde hace unos pocos días, pero ¿por qué se siente como si se hubiera arraigado en mi corazón hace mucho tiempo? ¿Por qué no puedo dejarlo ir?'.

“Señorita, ya llegamos. ¿No debería salir del coche?”.

La voz del conductor sonó fuerte desde su izquierda.

Solo entonces Sotiria se dio cuenta de que el taxi había llegado a su casa, abajo. Ella le rio entre dientes al conductor. “Jeje… Lo siento, estaba soñando despierta. Adiós…”.

Ella salió del coche. Acababa de salir al pasillo cuando alguien apareció de la nada y la agarró por el cabello.

Antes de que pudiera reaccionar, vio un destello de luz: esa persona la amenazaba con un cuchillo afilado a la cabeza.