Comenzó una guerra, conquistó el mundo romance Capítulo 52

Leandro le pidió a Zamira que sacara a los trabajadores de la construcción por la noche. Él se quedó en la obra con Quimera mientras fumaban sin parar y esperaban la llegada de Nueve.

Pronto llegó un numeroso grupo de gente. Esta vez, El Cuchillas traía consigo a más de un centenar de hábiles luchadores. No había aldeanos a la vista ya que no se les necesitaba.

—¿Oh? Parece que han desaparecido. Qué montón de cobardes —se burló El Cuchillas.

—Te tienen miedo. —Los otros matones adularon a El Cuchillas.

—Bueno, ya que no hay nadie por aquí, ¡arrasaremos con este lugar!

Leandro y Quimera aparecieron justo después de que El Cuchillas diera la orden.

—¡Ajá! Todavía hay gente aquí. ¿Son ustedes dos trabajadores de este lugar? —El Cuchillas se burló de ellos.

—Sí, estamos aquí para vigilar este sitio esta noche. —Leandro dio una calada a su cigarrillo.

El Cuchillas evaluó a los dos hombres. Luego se rio.

—A juzgar por sus físicos y atuendos, ¿supongo que son del ejército?

—Sí.

—¿No estará Zamira mirándonos con desprecio? ¿Cree ella que dos exsoldados serán suficientes para manejarnos? Tú, el de allí, ¿crees que puedes asustarnos con ese radio de mano?

El Cuchillas miró a Leandro y a Quimera con desdén. «Los hombres que he traído esta noche tienen habilidades de combate que pueden compararse a las de los exmilitares.

—Golpéenlos, pero no los maten —ordenó El Cuchillas sin molestarse en hacer nada él mismo.

Quimera se llevó el radio de mano a la boca y habló justo cuando los hombres de El Cuchillas se movían en su dirección.

—Es hora de hacer ruido.

¡Zum! Una bengala salió disparada hacia el cielo de repente.

¡Bum!

El Cuchillas y los demás miraron la bengala aturdidos porque nunca habían experimentado algo así. Al momento siguiente, se escucharon pasos apresurados en todas las direcciones.

La ansiedad se apoderó de repente del corazón de El Cuchillas. La mente de todos se quedó en blanco cuando los soldados con armaduras y armados los rodearon en pocos segundos.

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