Comenzó una guerra, conquistó el mundo romance Capítulo 53

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El Cuchillas miró a Leandro con incredulidad. «Él es el Guerrero Magnífico. Sin embargo, es tan respetuoso con este hombre que está dando caladas a un cigarrillo. ¿Quién demonios es?».

Quimera agarró a El Cuchillas por el cuello y lo levantó, suspendiéndolo en el aire.

—Voy a hablar. Te lo contaré todo. Nueve nos envió aquí. —El Cuchillas lo soltó todo mientras se moría de miedo.

—Pídele a Nueve que se reúna conmigo en treinta minutos. No me hagas ir hasta él. —Quimera sonrió de forma inquietante.

—Está bien, está bien, de acuerdo. ¡Haré la llamada ahora! —El Cuchillas cumplió.

Nueve estaba en ese momento en un bar divirtiéndose como nunca.

—¿Alguna novedad? ¿Han solucionado el asunto? La gente de la Familia López cuestionó antes nuestros progresos —preguntó Nueve de forma despreocupada tras conectar la llamada.

—¡Ha ocurrido algo terrible, Señor Nueve! —Se escuchó la voz de pánico de El Cuchillas.

—¿Qué ha pasado?

—Por favor, venga aquí ahora mismo, Señor Nueve. ¡Estamos siendo detenidos en este momento! —La llamada terminó antes de que El Cuchillas pudiera dar más detalles.

—¡Reúne a todos los hombres y síganme! —gritó Nueve tras ser informado de la situación.

Varias furgonetas llegaron a la obra media hora después. Cientos de matones se precipitaron hacia el lugar, con Nueve a la cabeza. Vieron a Leandro y a Quimera solos en el lugar mientras El Cuchillas y los demás yacían en el suelo.

—¿Quién eres? ¿Te atreves a decirme tu nombre? —preguntó Nueve con frialdad.

Nueve tenía la impresión de ser el hombre más intimidante de Colina del Norte, aunque intuía que algo no iba bien con el extraño giro de los acontecimientos.