Cómo Deshacerse de una Familia en 10 Lecciones romance Capítulo 41

—Esta noche nos quedamos aquí, ¿vale? —Matilde sonrió con una inocencia encantadora, dirigiendo una mirada dulce al camarógrafo, claramente buscando la atención de la cámara.

El camarógrafo le siguió la corriente; acercó el lente y le regaló un primer plano enorme. Matilde, coqueta, giró la cabeza para que la cámara capturara el perfil de su cara, y luego se volteó despacio para mirar de nuevo.

—¡Rápido, apúrense! —exclamó con voz juguetona mientras agitaba la mano con cierto entusiasmo.

Sus ojos no se despegaban del lente; pestañeaba seguido, mostrando una sonrisa tan inofensiva que nadie podría desconfiar. Bajó la voz y agregó:

—Vamos, los llevo a ver cómo es una cueva natural en medio del bosque.

El camarógrafo la observó avanzar con paso firme. Dudó un instante y volteó hacia Mariana.

Todos sabían que Mariana había sido quien encontró la cueva primero, y ella también sugirió pasar la noche ahí. Pero Matilde, sin pensarlo dos veces, se adelantó y se adueñó del hallazgo.

—Así que sí había una cueva —comentó Valeriano mientras entraba con paso decidido—. Parece que ya tenemos dónde pasar la noche.

Apartaron las ramas y maleza de la entrada; la cueva estaba algo descuidada, pero con una buena limpiada, serviría perfectamente.

—¿Invitamos al otro grupo a quedarse aquí? —Romeo se quedó parado junto a la entrada, observando a Mariana y los demás, quienes parecían discutir algo entre ellos. Al notar esto, Romeo se giró como si estuviera a punto de marcharse.

Su mirada era difícil de descifrar; no apartaba los ojos de Mariana.

Todavía no entendía por qué, después de que ella pasó tanto tiempo rogándole, cuando por fin él le mostró interés, Mariana simplemente lo ignoró. ¿Será que ahora quiere estar con Lucas?

El solo pensarlo le provocó un destello de desdén en la mirada. Decidió que debía buscar oportunidad para advertirle a Lucas sobre el matrimonio de Mariana.

Si Lucas se enteraba de que ella ya estaba casada, seguro la mantendría lejos. Y si el esposo de Mariana llegaba a faltar, Romeo aún tendría forma de recuperarla.

Verifica el captcha para leer el contenidoVerificar