Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 130

De vuelta en la empresa, Sonia hizo que Angélica la siguiera a la oficina.

—Aunque finalmente resolviste el problema, los errores previos siguen ahí y has dejado una mala impresión en la empresa.

Sonia, apoyada en el respaldo de su silla y con los brazos cruzados, la miraba desde arriba: —Voy a descontar puntos en tu evaluación.

—Lo entiendo.

Angélica no se defendió; después de todo, la reunión se había retrasado media hora por su culpa.

Para una gran empresa, cada minuto contaba como dinero.

—Sal.

Sonia hizo un gesto con la mano.

Angélica se dio la vuelta y salió.

Teresa la vio salir de la oficina de Sonia sin una pizca de alegría en el rostro.

—¿Cómo te fue?, ¿la reunión salió bien?

—No muy bien, casi se cancela.

Teresa abrió los ojos sorprendida mientras escuchaba a Angélica contarle brevemente lo sucedido.

—Qué coincidencia, se pierden los archivos en la computadora y además se infecta la USB... Por suerte, eras precavida y tenías una copia de seguridad.

Teresa expresó su simpatía.

Angélica ya sospechaba que algo andaba mal. A menos que hubiera empezado a sufrir demencia senil y olvidado que había sido ella misma quien eliminó los archivos, eso nunca habría ocurrido.

¡Alguien había manipulado su computadora!

Y sabían claramente que tenía una copia de seguridad en la USB.

Comenzó a recordar cada detalle antes de la reunión.

Recordó vagamente que estaba hablando de los preparativos de la reunión con Teresa cuando Sonia justo salía de su oficina.

Después de llegar a la Oficina de Diseño Arquitectónico Ciudad Oceánica, la llamaron para registrar su información. No llevaba el portafolios con ella y, después de completar el registro, fue a lavarse las manos, tiempo suficiente para que algo sucediera.

Dado que su diseño había sido el elegido, algunos otros diseñadores estaban insatisfechos.

En teoría, había muchos sospechosos. No debía sospechar directamente de Sonia.

Pero Sonia parecía tener un mayor motivo para hacerlo, ya que le gustaba Martín.

La consideraba una enemiga.

Seguramente quería hacerla quedar mal frente a Martín, e incluso, movida por los celos, intentaba sacarla del proyecto y de la Empresa de Construcción Innovadora.

Angélica suspiró. Solo quería trabajar bien y esforzarse por ser una diseñadora de arquitectura. ¿Era eso tan difícil?

Al final de la tarde, al salir del trabajo.

Como Angélica no había llevado su propio auto, tuvo que tomar un taxi.

Era la hora pico y, frente al edificio de la Empresa de Construcción Innovadora, la gente hacía fila para tomar un taxi.

Incluso la aplicación de taxis en su celular mostraba que había más de diez personas delante de ella en la fila.

Angélica decidió caminar una cuadra más para evitar la multitud.