Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 208

En ese momento, ella y las otras estaban encerradas en un contenedor.

Luego, Daniel ordenó que las trasladaran a otro vehículo.

Angélica recuerda claramente que Daniel dijo que, si podían curarse, serían enviadas al Dominio de Eryndia; de lo contrario, simplemente las "manejarían".

Este "manejar" no era tan simple como tratar con objetos.

Era una cuestión de vida o muerte.

—¿Ellas... siguen vivas? —preguntó Angélica.

A pesar de los grandes conflictos y resentimientos, no deseaba que ellas salieran lastimadas.

—No están muertas. Rosa respondió: —Pero tampoco están bien. Cuando la policía las encontró, estaban en camino al dominio de Eryndia. Ana estaba mentalmente inestable, y Brisa había perdido a su bebe, y se encontraba delicada de salud.

Samuel continuó: —La familia Herrera ya envió a Brisa al extranjero para tratamiento y probablemente no la dejarán volver al país.

Nadie esperaba que ese fuera el destino final de ambas.

Rosa, sin sentir lástima por ellas, comentó: —Esto es lo que se llama el mal retornado.

—¿Cómo está el abuelo? —Aparte de Martín, don Octavio era la mayor preocupación para Angélica.

Samuel, conocedor de la situación de la familia Herrera, explicó: —Con tal cambio en el Grupo Herrera, don Octavio ha resistido. Daniel ha muerto y, aunque su padre es el presidente del consejo, su hijo casi causa una pérdida irrecuperable para el grupo. Todos los directores del Grupo Herrera están en desacuerdo con lo que hizo, y don Octavio además de lidiar con su duelo también tiene que gestionarlo los asuntos administrativos.

—Debido a la particularidad del caso y al deseo de no causar un impacto negativo en la sociedad, el público no conoce la verdad del asunto y piensa que Daniel simplemente murió en un accidente de tráfico.

—Por suerte, esta vez el vicealcalde Uriel fue quien denunció personalmente a su sobrino, poniendo la justicia por encima de los lazos familiares, y también hizo una autoevaluación. Si no hubiera sido así, la familia Herrera realmente habría tenido problemas.

La familia Herrera tiene una posición muy importante en Ciudad Oceánica y el Grupo Herrera fue una vez nombrado como empresa modelo. Ahora que ha ocurrido este problema, solo pueden tratar de minimizar el impacto.

Recién despierta y después de hablar tanto, Angélica estaba agotada

Rosa le aconsejó que no pensara en nada y que se recuperara bien.

Cuando las dos se fueron, Angélica se levantó silenciosamente de la cama.

Tomó el ascensor hasta el último piso y al abrir la puerta, se encontró con dos personas vestidas de traje negro.

Uno de ellos extendió la mano para detenerla: —No se permite la entrada en este piso.

—No soy periodista, vine con el señor Martín al hospital, solo quiero verlo.

Detrás del vidrio, Martín yacía en la cama del hospital, con sus ojos cerrados, como si estuviera dormido.

Solo los instrumentos conectados a él le indicaban que estaba vivo aún.

Angélica alzó la mano para tocar, pero solo pudo sentir el frío vidrio.

Sus ojos se humedecieron, y empezaron a derramar tenues lágrimas, acompañadas de bajos sollozos.

Incluso Teodoro, siendo hombre, se sintió mal al verla así.

—Señorita Angélica, el presidente Martín seguramente no quisiera verla así.

—Si no fuera por mí, él no estaría aquí... —Angélica se culpaba profundamente, mirando hacia el interior con tristeza y añoranza.

—El presidente Martín lo hizo por decisión propia, el arriesgaría su vida por usted—dijo Teodoro: —Señorita Angélica, él realmente se preocupa por usted, solo que nunca lo expresa

Angélica asintió sin cesar, ella lo sabía, claro que lo sabía.

Hasta ahora, si aún dudara de los sentimientos de Martín hacia ella, sería una tonta.

—Cuando despierte, no volveré a alejarlo.