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Cuando el Anillo Cayó al Polvo romance Capítulo 260

Sabrina ya no pudo quedarse sentada.

—¿Están seguros de que no hubo un error?

Úrsula, la responsable del evento, reconoció a Sabrina como la dueña de Estudio Bravura. Bajó la lista de finalistas y, sin perder la compostura, dijo:

—Señorita Sabrina, sé que Estudio Bravura no fue seleccionado. Es una lástima, de verdad. Le pido que se calme.

—Sí, estamos entre diseñadores, si no te alcanza el talento, no tienes por qué hacer berrinche —aventó Antonella, la última en ser nombrada finalista, con un tono altanero.

Las miradas de los presentes se clavaron en Sabrina. El murmullo se extendió como fuego en pastizal seco.

Pero Sabrina, desafiante, sostuvo la mirada, sin ceder un centímetro.

Aun así, Úrsula no le dio mayor importancia. Su actitud fue cortante, sin explicar nada más.

—Si no hay otros asuntos, les pido a quienes no resultaron seleccionados que por favor se retiren.

El mensaje era claro: no querían a los no finalistas ahí ni un minuto más.

Sabrina frunció el ceño.

Sabía que si seguía insistiendo, podrían tacharla de conflictiva y, después, cualquier intento de colaborar con Grupo Zambrano sería muchísimo más complicado.

Joana, después de haberse apresurado para llegar, tenía la cabeza más clara que nunca.

Se acercó a Úrsula y, con voz suave, preguntó:

—Disculpe, ¿en la lista de inscritos aparece mi nombre, Joana?

Úrsula la miró de reojo, hojeó rápidamente los papeles y respondió:

—Está.

—Bien —asintió Joana, ecuánime—. Señorita Úrsula, perdone que insista... ¿Aún recuerda mi trabajo? Se llama “Amanecer”.

Como responsable, Úrsula debía revisar cada propuesta personalmente, aunque hubiera un comité que realizara la primera selección. Así evitaba que por error se quedaran fuera buenos proyectos.

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