Cuando el Anillo Cayó al Polvo romance Capítulo 389

—Señor Ramiro, ya entregué mi carta de renuncia. Cuando tenga un momento, por favor apruébela.

Ramiro se quedó pasmado.

—¿Por qué te quieres ir?

—¿No es esto lo que usted quería? Si Estudio Bravura busca sangre nueva, yo con gusto les cedo mi lugar —la sonrisa de Joana se desvaneció poco a poco.

Antes de que Ramiro tomara las riendas de Estudio Bravura, a Joana nunca se le había pasado por la cabeza marcharse de ahí. Pero, para ser sinceros, todas las decisiones recientes de Ramiro no coincidían para nada con su forma de trabajar y ver el diseño.

Le debía mucho a Sabrina, que fue quien la llevó y la impulsó en la empresa, pero también ella le había regresado el favor trayendo contratos jugosos y colaboraciones importantes. Lo suyo con Sabrina iba más allá de un simple cargo o un sueldo; era una relación de confianza y agradecimiento.

Pero en este último tiempo, el afán de Ramiro por resultados inmediatos le había abierto los ojos. Si de verdad quería crecer y diseñar a su manera, tenía que salir de su zona de confort. Estaba convencida de que, si Sabrina se enteraba, la apoyaría sin dudarlo.

—Muy bien, Joana, sí que tienes agallas —masculló Ramiro apretando los dientes—. Ya te dimos dos oportunidades en Estudio Bravura. Espero que no te arrepientas de lo que decidiste hoy.

Joana le respondió con una sonrisa ligera, casi juguetona.

—No lo haré, descuide.

La expresión de Ramiro se torció al ver esa sonrisa. Dio media vuelta y salió del área de descanso, azotando la puerta.

...

Afuera, la segunda ronda del concurso estaba a punto de terminar. Ya estaban por anunciar los resultados, justo después de evaluar la última pieza. Ramiro se obligó a dejar de pensar en la conversación con Joana y se unió a los demás directores que esperaban sentados en primera fila.

Anunciaron los lugares, de mayor a menor. Había cuatro grupos en total. Cuando dieron el primer lugar y no escuchó el nombre de Lorena, no le sorprendió tanto. Sabía que Lorena era buena, pero ese concurso estaba muy reñido para que se llevara el primer puesto tan fácil.

El problema fue que tampoco mencionaron a Lorena en el segundo ni en el tercer lugar.

La cara de Ramiro se fue tornando gris. No podía creerlo.