Cuando el Anillo Cayó al Polvo romance Capítulo 4

¡Ahora que mamá se fue, la señorita Tatiana ya puede mudarse!

Además, mamá ya no estará encima de ellos, preguntándole al doctor sobre cómo van con sus ejercicios.-

Mamá siempre exageraba todo.

Se empeñaba en obligarlos a hacer ejercicio cada mes y, cada vez que regresaba, los vigilaba como si fueran a competir.

—Qué lástima —suspiró Lisandro—, la última vez mamá dijo que nos ayudaría a armar esa nave espacial. Esa sí que está difícil de armar.

Tan solo pensar en las miles de piezas del rompecabezas, Lisandro sentía que se le bajaban los ánimos. Una vez terminada, la nave quedaba impresionante, y él quería dársela a la señorita Tatiana como regalo de cumpleaños.

Pero armarla era un martirio para los ojos y requería mucha paciencia.

Él había estado esperando a que mamá regresara para que lo hicieran juntos.

Dafne también se notaba desanimada.

—Mamá, antes de irse, debió ayudarme a terminar la ropa de mi muñeca.

Cada vez que mamá volvía, le hacía un montón de ropa nueva a su muñeca. La señorita Tatiana siempre decía que combinaba genial.

Pero esta vez mamá se fue tan de repente, que ni siquiera pudo terminar la ropa.

Ahora la señorita Tatiana no vería nada nuevo y no la elogiaría.

Aunque mamá no era tan buena como la señorita Tatiana, para esas cosas tenía mucha maña.

...

Al mismo tiempo, a cientos de kilómetros, en Mar Azul Urbano.

Joana había regresado al departamento que compartía con Fabián desde que se casaron.

Después de que Fabián se mudó de nuevo a Ciudad Beltramo con los niños, Joana optó por quedarse en Mar Azul Urbano.

Más allá de su trabajo, la razón principal era cuidar de los padres de Fabián.

El señor Aníbal siempre había vivido en Ciudad Beltramo, pero el resto de la familia Rivas se mudó a Mar Azul Urbano hace ya diez años.

En Ciudad Beltramo las familias adineradas eran muy estrictas, y todo era a base de reglas y exigencias.

Renata y el señor Aníbal nunca se llevaron bien. Además, acostumbrada a la vida de lujo, Renata no quería regresar a Ciudad Beltramo, y en Mar Azul Urbano todo le salía a pedir de boca.

La familia Rivas no veía bien que las mujeres se exhibieran o tuvieran demasiadas ambiciones.

Por eso, Joana también decidió quedarse en Mar Azul Urbano por Fabián, para cuidar a sus suegros.

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