De Esposa Desechable a Cirujana Renacida romance Capítulo 240

Aunque por dentro estaba que echaba chispas, Belén no tuvo más remedio que aceptar.

—Está bien, aquí te espero.

No quería seguir alargando el asunto. Al final, la única que se cansaba era ella.

La gente que venía detrás de Fabián claramente no la conocía; todos la miraban, midiéndola con la mirada.

Belén ignoró por completo esas miradas hostiles.

Fabián subió por el elevador exclusivo del presidente y Belén volvió a sentarse.

Esperó casi dos horas y en recepción no le ofrecieron ni un vaso de agua. Pero no importaba, ella solo había venido a hablar del divorcio.

Ya le dolía el cuerpo de tanto estar sentada cuando recibió un mensaje de Fabián.

[Mañana paso por ti al hospital. Lo que sea que tengamos que hablar, lo hablamos mañana en la noche. Ya me fui de la oficina, hoy es domingo y Cecilia está esperando que la lleve a pasear.]

Al leer el mensaje, Belén sintió unas ganas tremendas de meterse en la pantalla y darle una bofetada a Fabián.

Pero las cosas eran como eran y no tenía otra opción. Solo podía esperar.

***

Al día siguiente, por la tarde.

Cuando Belén salió del hospital al terminar su turno, vio el carro de Fabián.

Al subirse, notó que en el asiento trasero había un ramo de flores y, junto a él, una bolsa de una marca de lujo. No sabía qué había dentro.

Pero no hacía falta ser un genio para adivinar que todo eso era para Frida.

Fabián esperó a salir del tráfico para voltear a verla.

—Las flores y el regalo son para compensar tu cumpleaños —le dijo—. Espero que te gusten.

Belén se quedó helada por un segundo, pero se recuperó rápido y lo rechazó con frialdad.

—Fabián, no necesito nada de esto.

Su tono estaba cargado de resentimiento. Fabián, sin embargo, simplemente asumió que estaba enojada porque él nunca se acordaba de su cumpleaños.

Con paciencia, le dijo con voz suave:

—De ahora en adelante, me acordaré de tu cumpleaños.

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