De Esposa Desechable a Cirujana Renacida romance Capítulo 245

Belén intentó rodear a Fabián para irse, pero él la siguió.

—¿Por qué tantas formalidades conmigo?

Antes de que Belén pudiera responder, la voz de Cristian sonó detrás de ellos.

—Hermano.

Fabián detuvo su paso.

Se dio la vuelta y vio a Cristian en pijama, de pie en la puerta de su recámara.

—¿Frida no va a dar ningún concierto pronto? —preguntó—. Ya tiene mucho que no la escucho tocar el piano.

—Últimamente está enfocada en sus estudios, no habrá conciertos por un tiempo —respondió Fabián.

Cristian frunció el ceño.

—Con lo influyente que eres, ¿no me digas que no puedes conseguirle un título a Frida?

Belén vio que Cristian había entretenido a Fabián y, sin prestar mucha atención a su conversación, se fue.

Llegó a la fiesta que el abuelo le había mencionado a las diez de la noche en punto.

El abuelo le había dado una invitación, así que entró sin problemas.

Al entrar al salón, notó que todos los hombres y mujeres estaban vestidos de gala; solo ella llevaba ropa casual.

Algunos la miraron con curiosidad, pero ella ignoró las miradas y se dedicó a buscar a Pilar por todo el lugar.

El salón era un bullicio de copas y conversaciones, lleno de gente elegante, hombres y mujeres atractivos por todas partes.

Por un momento, Belén se sintió abrumada.

Pero pronto, la vio. Pilar estaba sentada en un rincón.

No estaba socializando, sino que se había escondido para comer.

Mientras Belén caminaba hacia ella, un hombre de baja estatura y apariencia común también se dirigió hacia Pilar.

Pero antes de que Belén pudiera acercarse, el hombre llegó primero y se colocó detrás de Pilar.

Al ver su mirada lasciva y cómo se frotaba las manos, Belén supo que tramaba algo. Corrió y, justo antes de que la mano del hombre tocara a Pilar, le dio un manotazo.

—¿Qué crees que haces? —le reclamó Belén al hombre después de apartarle la mano.

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