De Esposa Desechable a Cirujana Renacida romance Capítulo 244

Al oírlo, el abuelo se molestó.

—Bien, entonces yo le canto a mi nieta.

Dicho esto, el anciano se aclaró la garganta, listo para empezar.

Alexis y Mariana debían de haber discutido, porque no se dirigían la palabra, y el abuelo tampoco les pidió que hicieran nada.

Fabián estaba sentado junto a Belén, con la vista clavada en su celular, sus dedos moviéndose rápidamente sobre la pantalla. Seguramente estaba mandando un mensaje.

Belén no sabía a quién, pero suponía que era a Frida.

En cuanto a Cristian, después de rechazar la petición de su abuelo, siguió jugando con su celular.

En toda la mesa, el único que de verdad quería desearle un feliz cumpleaños era el abuelo.

Al ver esto, Belén sintió un nudo en la garganta.

Toda esa gente en la mesa eran las personas a las que una vez intentó complacer con todas sus fuerzas.

Pero en realidad, aparte del abuelo, a nadie le había importado nunca su esfuerzo.

Al ver la situación incómoda del abuelo, Belén le dijo en voz baja:

—Abuelo, ya sentí tu cariño, no hace falta cantar. La próxima vez, en tu cumpleaños, yo te canto a ti.

Al oírla, los ojos del abuelo se enrojecieron. Bajó la cabeza y dijo con la voz entrecortada:

—Entonces partamos el pastel.

Belén sabía que él se sentía mal por ella, pero sonrió como si no le importara.

—Claro, primero le sirvo una rebanada al abuelo.

Cortó el pastel y le dio el primer trozo al anciano.

El abuelo tomó el pastel y empezó a comer lentamente.

Belén miró a los demás. Cada uno estaba en lo suyo, sin prestarle la más mínima atención a su cumpleaños.

Después de servirle al abuelo, se cortó una rebanada para ella y no le sirvió a nadie más.

Mientras se sentaba a comer su pastel, Fabián guardó su celular, se giró hacia ella y le dijo en voz baja:

—Feliz cumpleaños.

Belén comía el pastel, dulce en la boca pero amargo en el corazón. Le respondió con una sonrisa que no llegaba a sus ojos:

—Gracias.

El abuelo, por su edad, no estaba acostumbrado a cosas tan dulces, pero para no disgustar a Belén, se comió toda la rebanada.

Dejó los cubiertos y miró a Belén.

VERIFYCAPTCHA_LABELVerificar