De Esposa Desechable a Cirujana Renacida romance Capítulo 354

Frida estaba ansiosa, pero había cosas que no podía decir abiertamente.

Ver a Tobías tan desilusionado le producía una extraña satisfacción, pero también cierta impaciencia.

—Señor Tobías, usted es tan elegante, apuesto y talentoso… la verdad es que también es mi tipo —le dijo.

Tobías no esperaba que Frida se atreviera a insinuársele de forma tan descarada. Esbozó una sonrisa y respondió con voz suave:

—El hombre quiere, la mujer también, pero qué lástima que ya tengas a Fabián. Si no, no dudaría en disfrutar del cuerpo de la señorita Frida.

Dijo las palabras de forma deliberadamente directa y libertina, pensando que eso la asustaría. Pero, para su sorpresa, ella se sonrojó y le susurró:

—Para que lo sepa, señor Tobías, todavía soy virgen.

Dicho esto, Frida bajó la cabeza, con la cara tan roja como una manzana, irresistible.

Al oírla, Tobías se quedó atónito.

Si lo que decía Frida era verdad, ¿eso significaba que Fabián no la había tocado en todos estos años?

Pero, ¿cómo era posible?

No, seguro que estaba mintiendo.

Aunque intentaba convencerse de ello, no podía evitar preocuparse.

¿Y si lo que decía Frida era verdad?

Si entre ella y Fabián no había pasado nada, y Belén se enteraba, ¿no se negaría a divorciarse?

Esos pensamientos no dejaban de darle vueltas en la cabeza. Tenía miedo, miedo de que Belén siguiera enamorada de Fabián.

Ya había perdido ocho años de su vida, no quería perder otros ocho.

Esta vez, la conseguiría por las buenas o por las malas, la rogaría si hacía falta, pero la mantendría a su lado.

Ya la habían herido una vez, no permitiría que la hirieran de nuevo.

En esta vida, Tobías solo confiaba en sí mismo para hacer feliz a Belén.

Después de confesar que era virgen, Frida vio cómo la expresión de Tobías cambiaba.

«Seguro que está pensando en cómo quitármela a Fabián», pensó.

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