Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 1004

Gaspar seguía con los ojos cerrados, sin mover ni un solo párpado.

—Encárgate tú.

Su voz sonó cortante, sin dejar asomar emoción alguna.

Enzo captó la indirecta y, tomando el celular, se fue hacia el balcón para contestar la llamada.

—¿Señorita Samanta, necesita algo? —preguntó Enzo con una cortesía calculada.

—Enzo, ¿y Gaspar? He marcado a su número varias veces y no me contesta, ¿estará ocupado? —La voz de Samanta mantenía ese tono dulce y risueño tan suyo.

—El señor Gaspar está en una reunión, no puede contestar llamadas ahora. Si necesita algo, puede decírmelo a mí —respondió Enzo, directo.

—No es nada importante, Enzo, solo quería saber cómo está —contestó Samanta con una risita suave.

—El señor Gaspar está bien, no tiene de qué preocuparse, señorita Samanta.

—Bueno, entonces no lo molesto más —Samanta cortó la llamada desde el otro lado.

Enzo regresó con el celular en la mano y volvió a sentarse. Recordaba que, antes, aunque el señor Gaspar estuviera fastidiado, siempre mantenía las apariencias, al menos fingía cierta cortesía. Ahora que Samanta había recibido tanto, Gaspar ya ni siquiera se molestaba en actuar.

Cada documento importante para firmar pasaba por las manos de Enzo. Aquella vez que Gaspar le transfirió a Samanta las acciones del Grupo Báez, él también revisó el contrato. Treinta mil millones en acciones, esa había sido la última gran transacción entre ellos, al menos desde el punto de vista de Enzo.

Desde que Enzo se convirtió en el asistente de Gaspar, tuvo que tratar muchas veces con Samanta. Se involucró en muchos de sus asuntos, y fue testigo de cómo, año tras año, Samanta se volvía más ambiciosa.

La carrera artística de Samanta no solo dependía de su propio esfuerzo, sino también del empuje económico detrás de ella. Enzo lo tenía grabado en la memoria: cinco años atrás, para que Samanta ganara un concurso internacional de piano, Gaspar viajó personalmente para "convencer" a los jueces y patrocinadores. Así, Samanta regresó con un trofeo de alto prestigio, que la consolidó como pianista de talla mundial. Después de eso, Samanta no dudó en presumir su logro en todas sus redes sociales.