Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 1021

La voz de Ángel sonó serena, sin dejarse alterar por los gritos de Samanta:

—Señorita Samanta, según lo estipulado en el contrato, si lo rompe de manera unilateral y sin justificación, tendrá que pagar una suma considerable como penalización. Además, por los daños y la interrupción en la investigación a causa de su retiro, nos reservamos el derecho de reclamarle mayores responsabilidades.

Samanta, fuera de sí, respondió a gritos:

—¿Penalización? ¿Demandas? ¿Y mi salud qué? ¿Y mi vida? ¡No sean abusivos! ¡Quiero cancelar el contrato ya! ¡Mi cuerpo ya no da para más, no pueden seguir presionándome así!

Ángel intentó calmarla:

—Señorita Samanta, tranquilícese. Podemos pedirle al señor Gaspar que se haga cargo de este asunto. Estoy seguro de que él sabrá considerar su situación física.

—¡Entonces que venga! ¡Aquí me quedo hasta que llegue! —Samanta cruzó los brazos y se sentó, decidida a esperar a Gaspar como si esa fuera su única misión del día.

—Señorita Samanta, el contrato es un documento con validez legal. Si su salud está en riesgo, debe presentar un informe de un hospital reconocido —insistió el doctor Ángel, con un tono serio y profesional.

—Espero a Gaspar —soltó Samanta, desviando la mirada.

...

En el pasillo, Adriana estaba a punto de entrar para reclamarle a Samanta, pero de pronto, Micaela la sujetó del brazo y le murmuró:

—Tú no eres la más indicada para intervenir en esto.

Adriana se quedó helada. Aunque Micaela habló con una tranquilidad absoluta, fue suficiente para que Adriana se contuviera.

Micaela tenía razón, ese asunto era entre su hermano y Samanta. Si ella se metía, no lograría nada relevante. Así que, sin más, decidió esperar a que Gaspar apareciera.

Ángel salió a hacer una llamada y justo entonces vio a Micaela en el pasillo. Terminó de marcar, esperando la respuesta.

—¿Bueno? Señor Gaspar, ¿podría venir al laboratorio? La señorita Samanta está exigiendo cancelar el contrato y pide hablar con usted.

—Perfecto, entonces le digo que lo espere aquí —respondió Ángel tras recibir la confirmación, y enseguida se dirigió a Micaela:

—Micaela, Samanta está adentro. Quiere hablar sobre el asunto de la cancelación.

Micaela asintió y le dijo a Adriana:

—Mejor ve a descansar a tu cuarto. Aquí no tienes que preocuparte por nada.

Adriana apretó los labios. Quería enfrentar a Samanta de una vez, pero era incapaz de desobedecer a Micaela. Tragándose la frustración, se dio la vuelta y se marchó.

...

Veinte minutos después, la figura de Gaspar apareció en el vestíbulo del laboratorio. Llevaba un traje oscuro perfectamente ajustado. Su andar era firme, la expresión seria y una presencia que imponía respeto a todos los que lo rodeaban.