Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 1037

El Centro de Convenciones Nacional Villa Fantasía lucía majestuoso, impregnado de solemnidad.

Eran las dos y media de la tarde.

Micaela, vestida con un elegante traje sastre gris oscuro, se plantó bajo las luces de los reflectores y recibió el trofeo con aplomo. Su discurso de agradecimiento fue breve pero contundente. Expresó su gratitud al equipo y a quienes la apoyaron, haciendo especial hincapié en la influencia que su papá había tenido en su vida.

En ese momento, un hombre sentado en un avión a punto de despegar veía la transmisión en vivo justo cuando Micaela subía al escenario. Al recordarla de años atrás —una chica tímida que apenas comenzaba—, no pudo evitar sonreír al ver en lo que se había convertido: una científica capaz de valerse por sí misma.

—Señor Gaspar, ¿podría apagar su celular, por favor? Ya vamos a despegar —le dijo la azafata con una sonrisa encantadora.

Gaspar asintió, pero antes de hacer caso, por inercia abrió el WhatsApp de Micaela y escribió: “Si tu papá estuviera aquí, estaría muy orgulloso de ti.”

Se quedó mirando ese mensaje durante un largo rato. Al final, simplemente apagó la pantalla y desvió la mirada hacia la ventanilla. En sus ojos se notaba cierta resignación.

Sabía que, incluso si enviaba ese mensaje, Micaela no necesariamente lo recibiría con agrado.

...

La ceremonia de premiación terminó a las cinco de la tarde. Micaela, acompañada de Víctor y otras figuras de renombre académico, regresó caminando al hotel. Por el trayecto, varios reporteros les apuntaban con sus cámaras, capturando la elegancia y el porte de quienes lideraban la ciencia en el país.

Mientras tanto, en Ciudad Arborea, la premiación generaba revuelo entre los profesionales del sector.

Ramiro Herrera terminó de ver la transmisión en su oficina y no pudo evitar sentirse orgulloso del éxito alcanzado por Micaela.

En ese momento, Lara, cargando unas carpetas, pasó por la puerta de la oficina y alcanzó a ver la escena. El corazón se le apachurró. La noticia del premio de Micaela ya se había regado por todo el lugar; en el equipo de proyectos civiles, el tema de conversación era ella y sus logros. Lara no podía escapar de esas voces, aunque quisiera.

Los recuerdos de cuando se burlaba de Micaela la golpearon como un búmeran. Desde la primera vez que Micaela se integró al grupo y ella intentó hacerla a un lado, apenas habían pasado dos años y medio... y Micaela ya la había dejado muy atrás.