Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 1074

Micaela pasó por la recepción y una de las recepcionistas, muy animada, le preguntó rápido:

—Dra. Micaela, ¿ese es tu novio? ¡Está guapísimo!

—¡Sí, Dra. Micaela! ¿Tu novio es del ejército o algo así?

Micaela les sonrió de manera cómplice, pero no respondió.

Para las chicas de recepción, esa sonrisa fue suficiente: ¡lo tomaron como una confirmación!

...

Anselmo abrió la puerta del carro y subió. Con la mirada aguda, se fijó en una camioneta negra estacionada cerca. Esa misma camioneta lo había seguido hasta el restaurante y ahora estaba de vuelta en el laboratorio. Algo no cuadraba.

¿Será que Micaela está metida en algún problema? Anselmo sintió cómo se le marcaban las arrugas del enojo y se puso alerta.

...

Micaela caminó rápido hasta su oficina. Se puso la bata blanca y pulsó el botón del interno.

—¿En qué sala está el doctor Nico?

—En la sala tres.

Micaela se dirigió a la sala tres. No veía a Nico Obregón desde hacía tiempo y ahora lo encontraba platicando animadamente con Ángel. Micaela saludó con calidez:

—Señor Nico, qué gusto tenerlo por aquí.

—Me enteré de los avances que han tenido en el tema de enfermedades de la sangre, así que vine a platicar y fortalecer la relación—, respondió Nico.

Ángel, entre risas, intervino:

—Micaela, tal vez no lo sepas, pero Nico y yo somos amigos desde hace más de diez años. Antes de que yo llegara al laboratorio, él ya había sido nuestro asesor.

Micaela miró a Nico sorprendida.

—¿Señor Nico, usted también trabajó antes en el laboratorio del doctor?

Nico soltó una risa discreta.

—Eso fue hace mucho. En esa época, yo me encargaba de dar orientación en temas de secuenciación genética—, se notaba que no quería entrar en detalles sobre esos años.

Ángel comentó con nostalgia:

—La verdad, en aquellos días, cuando buscábamos donantes por todo el mundo, tú también nos ayudaste un montón. Así que sí, podemos decir que somos viejos colegas.

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