Entrar Via

Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 1196

Gaspar dejó la taza de té, y su mirada se fue tornando más profunda. Luego, tomó el celular que tenía a su lado, buscó el número de Micaela y, sin dudarlo, marcó.

—Bueno, ¿qué pasa? —se escuchó la voz de Micaela al otro lado.

—Escuché que hiciste un descubrimiento importante —dijo Gaspar, tratando de sonar tranquilo—. Felicidades.

—¿Cómo te enteraste? —le preguntó Micaela.

—El doctor Nico vino a verme hace un rato —respondió Gaspar con sinceridad—. Me encargaré de arreglar lo de la solicitud de la patente.

Al otro lado de la línea, Micaela no se negó. La verdad es que en ese momento no tenía tiempo para ocuparse de eso. Además, como trabajaba en un laboratorio de su propiedad, era su deber proteger las patentes de sus investigadores.

Micaela trabajó hasta las ocho de la noche antes de regresar a casa. Sofía le informó que Pilar y Adriana estaban jugando abajo, en casa de Gaspar, e incluso Pepa se había ido con ellas.

Micaela se sentó en el sofá, sintiéndose agotada. Sofía le trajo un tazón de nido de golondrina.

—Señora, tómese esto para que recupere energías.

Sofía notaba que Micaela había estado muy ocupada con el trabajo últimamente y había adelgazado. Verla así le partía el corazón.

Micaela asintió. Hoy había forzado demasiado su mente y lo único que quería era desconectar un poco.

***

Abajo, Adriana tocaba la guitarra con Pilar. En el sofá, Gaspar miraba con adoración a la pequeña que tenía enfrente, con una expresión de orgullo en los ojos.

Cada vez que Pilar rasgueaba una cuerda, miraba a su papá para asegurarse de que la estaba escuchando con atención. Gaspar mantenía una expresión concentrada, regalándole de vez en cuando una sonrisa de aliento. Bajo la mirada de aprobación de su padre, Pilar logró tocar completa la canción de «Estrellita dónde estás».

—¡Muy bien, Pilar! —Gaspar extendió los brazos y Pilar, después de dejar la guitarra, corrió a abrazarlo—. Papá, ¿verdad que toqué mejor que antes?

—Sí, has mejorado mucho —dijo Gaspar, acariciando el cabello de su hija—. Te has esforzado bastante.

En ese momento, sonó el timbre.

—¡Seguro es mamá! —exclamó Pilar, feliz, y corrió a abrir.

Nuestro precio es solo 1/4 del de otros proveedores

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Divorciada: Su Revolución Científica