Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 1195

—Ah, y una cosa más —dijo Nico, pensativo—. Este descubrimiento seguramente atraerá la atención internacional. Sugiero que nos adelantemos y protejamos la propiedad intelectual.

La expresión de Gaspar se tornó seria. Efectivamente, era un asunto crucial. Asintió.

—De acuerdo. Daré instrucciones a mi equipo de abogados para que se encarguen de inmediato. Le garantizo que todas las patentes se registrarán a nombre de Micaela, no se incluirán en el Grupo Ruiz.

Nico sostenía su taza de té, observando al joven frente a él. Parece que lo había subestimado. Sin embargo, la forma en que protegía a Micaela merecía su reconocimiento.

—Aunque nunca tuvimos una ceremonia formal, desde que nació me adueñé del puesto de padrino. Aunque ella no me llama así, de ahora en adelante la consideraré como una hija. Sus palabras me llenan de gratitud —dijo Nico con sinceridad.

Gaspar asintió.

—Me pondré en contacto con ella para solicitar la patente y asegurarme de que nadie más se apropie de su futura investigación.

—Si su investigación logra avances significativos, podría solicitar directamente el Premio Nobel —dijo Nico, con los ojos llenos de una orgullosa esperanza. Realmente anhelaba que ese día llegara.

Un brillo inteligente cruzó la mirada de Gaspar. Asintió.

—Doctor, ¿podría pedirle que mantenga nuestra conversación de hoy en secreto? Por favor, no le diga a Micaela que apoyaré su nueva investigación.

—¿Por qué? ¿Hay que ocultarle algo así? —preguntó Nico, sorprendido.

—Micaela y yo estuvimos casados. Tenemos algunos asuntos pendientes que no hemos resuelto, y es probable que no acepte mi financiamiento. Al mismo tiempo, no me sentiría tranquilo si alguien más invirtiera en su investigación. Por lo tanto, cuando llegue el momento, es posible que invierta bajo otra identidad.

—¡Pero esto no es una inversión pequeña! La investigación científica es lo que más dinero consume —dijo Nico, sintiendo de repente lástima por él.