Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 1210

Noelia solía enterarse de las noticias de los medios al instante, pero con la que se publicó hoy, dudaba si mostrársela o no a Samanta. Últimamente, su humor no era el mejor y estaba muy irritable.

Sin embargo, pensando en que ya se había ganado la enemistad de Gaspar, consideró necesario que estuviera al tanto de sus últimos movimientos.

Finalmente, Noelia subió al segundo piso con la tableta para buscarla.

—Samanta, esta es la noticia de hoy, échale un vistazo —dijo, colocando la tableta frente a Samanta con la llamativa noticia en la pantalla.

Samanta, que estaba recostada perezosamente en el sofá, hojeando sin interés una revista de moda, sintió que sus dedos se apretaban con fuerza en la página al toparse con aquel titular hiriente.

A su lado, Noelia observaba su reacción con cautela.

Samanta arrojó la revista a un lado y tomó el iPad. Con una sonrisa gélida, leyó en voz alta: —¿Reconciliación a la vista?

Sus dedos se deslizaron por las fotos, deteniéndose en una donde Gaspar miraba fijamente a Micaela. El gesto atento de tomarle el portafolio, la delicadeza de proteger su cabeza al entrar al carro… cada una de esas imágenes era como una aguja al rojo vivo que se clavaba en sus ojos y, más profundamente, en su corazón.

—Samanta, ¿no será que Gaspar y Micaela de verdad van a volver a casarse? —preguntó Noelia en voz baja a su lado.

Que ellos se reconciliaran no le traería ningún beneficio a Samanta.

—¿Cómo podría ser? —replicó Samanta con desdén, pero su pecho subía y bajaba agitadamente y sus ojos brillaban con una envidia extrema. Era obvio que la noticia la había afectado profundamente.

Aunque lo negara, Samanta sabía muy bien que Micaela ya no era la mujer que, años atrás, se dejaba engañar por sus fabricadas escenas de intimidad, perdida en su propio matrimonio. La Micaela de ahora, que había visto la verdad detrás de todo, se había despojado de la niebla de las emociones para volverse serena, fuerte y deslumbrante.