Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 190

Después de la rabia inicial, Joaquín se tranquilizó, aunque en su expresión se notaba cierta frustración.

—Fue mi culpa por confiarme demasiado y no detectar el problema a tiempo. Tengo que agradecerte, Mica. Si esto hubiera explotado después, yo sería el principal responsable.

—No fue tu error —le dijo Micaela para tranquilizarlo.

—Pero sí me corresponde por no supervisar bien —suspiró Joaquín. De pronto, como si se acordara de algo, su mirada se volvió más seria—. Néstor es una recomendación directa de Sr. Gaspar. Me temo que esto podría salpicarlo.

—Joaquín, si tienes alguna duda, háblalo con él. Si no se hace cargo, podemos reportarlo más arriba. Esto hay que resolverlo sí o sí —dijo Micaela con calma.

Gaspar no era de los que encubrían en estos casos. Aunque fueran con Néstor, él jamás lo admitiría y lo más seguro era que le echara la culpa a algún subalterno.

—Quedan solo diez días para la entrega oficial. Tengo que contactar a Néstor y exigirle que sustituya el equipo defectuoso —añadió Joaquín, y luego, volviéndose hacia Micaela, le pidió—: Mica, revisa una vez más y toma fotos de cualquier detalle sospechoso.

—Claro —asintió Micaela.

Después de eso, Micaela y Ramiro continuaron revisando los demás equipos, documentando con fotos al menos una docena de máquinas que podían estar en mal estado. No terminaron hasta cerca de las cuatro de la tarde.

Tan pronto como Micaela llegó a su casa, recibió una llamada de Joaquín.

—Mica, ¿tienes un momento? Quiero pedirte que vengas.

—¿Dónde estás, Joaquín?

—Quedé de verme con Sr. Néstor esta noche para hablar del asunto. Como tú fuiste la que detectó el problema, quiero que estés presente en la junta. Es en la sala de reuniones de Grupo Báez.

—Perfecto, allá voy —respondió Micaela, sin dudarlo ni un segundo. No era momento de echarse para atrás: el futuro del laboratorio dependía de ello.

Llegó al vestíbulo de la Compañía de Instrumentos Báez, donde alguien la estaba esperando.

—¿Es usted la señorita Micaela?

—Sí, soy yo.