Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 261

En ese momento, una figura se encontraba de pie detrás de ellos. Samanta había escuchado perfectamente la confesión de Jacobo a Micaela.

Ella había recibido un mensaje de Lionel invitándola a sentarse un rato ahí, pero nunca imaginó que terminaría presenciando ese momento tan intenso entre Jacobo y Micaela.

Jacobo la notó, pero apenas asintió con la cabeza antes de retirarse, como si nada pudiera alterarlo.

Lionel, por su parte, estaba sentado, dándole sorbos a su trago con cara de fastidio. Samanta se sentó a su lado y, buscando calmarlo un poco, le dijo:

—Ya no tomes tanto, Lionel—.

Pero Lionel solo quería ahogar su malestar. Aunque sabía que Jacobo tenía razón en lo que había dicho, como amigo suyo, todavía intentaba evitar que surgieran problemas entre los dos.

Sin embargo, en el fondo, comprendía que tarde o temprano Jacobo y Gaspar terminarían peleados por culpa de Micaela.

Lionel levantó la mirada y se encontró con Samanta. Sus ojos mostraban un dejo de confusión, como si el alcohol ya le estuviera pegando. De pronto, tomó la mano de Samanta y, con voz ronca, le suplicó:

—Samanta, ¿te puedes quedar conmigo un rato?

Samanta se sorprendió y enseguida retiró su mano, contestando de manera cortante:

—Lionel, ya estás borracho. Mejor ve a descansar a tu cuarto.

Lionel, con los ojos enrojecidos, la miró como si estuviera viendo algo imposible. Pasó varios segundos como perdido, sin decir nada.

Samanta sintió un poco de lástima al verlo así. Suspiró y le pidió al mesero un jugo.

—¿De verdad Jacobo dijo eso? ¿Sí piensa ir tras Micaela?—, preguntó, tratando de cambiar de tema.

Lionel volvió en sí y soltó una mueca amarga.

—¿Tú también lo escuchaste?

Lo que Samanta más temía acababa de suceder. Jacobo tenía un historial y una posición igual de fuerte que Gaspar. No le gustaba la idea de que Micaela, ya divorciada, pudiera atraer a un hombre así de exitoso.

Y para acabarla, Jacobo y Gaspar se movían en los mismos círculos sociales. Si Jacobo salía con Micaela, Gaspar tendría todavía más oportunidades de verla en eventos.

Aunque no temía que Gaspar se encaprichara de nuevo con Micaela, sí le preocupaba que Micaela no pudiera cortar del todo con él…

—Lionel, haz algo, por favor. No quiero ver cómo pierden la amistad solo por Micaela—, dijo Samanta, con el fastidio marcado en la voz.

Lionel soltó un largo suspiro.

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