Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 371

El rechazo se le leía en la cara a Micaela.

—Esta noche ya tengo planes.

—La abuelita no ha estado muy bien últimamente, y ha estado diciendo que quiere verte —insistió Gaspar, en tono calmado.

Micaela no pudo evitar que ese nombre tocara una fibra sensible. Desde la primera vez que conoció a Florencia, había sentido su cariño cálido y sincero. Cuando era niña, sus propios abuelos habían fallecido, así que Florencia llenó ese vacío con su ternura y protección. Aquella señora la quiso como si fuera su propia nieta.

La abuelita era de las pocas personas que siempre la trataron con el corazón en la mano.

Sin embargo, al recordar todo lo que había pasado últimamente, Micaela trató de endurecerse.

—Otro día voy a buscar un tiempo para visitarla —respondió, intentando sonar firme.

Pero Gaspar ya no parecía dispuesto a rogar más.

En ese momento, el celular de Micaela vibró. Al mirar la pantalla, vio que era Florencia quien llamaba personalmente.

Gaspar también se dio cuenta de quién era y murmuró, con voz baja:

—Voy a recoger a Pilar.

Micaela no tuvo más remedio que contestar.

—¿Bueno? Señora Florencia.

—¡Mi niña! Me contaron que te eligieron como una de las diez mujeres más destacadas de la ciudad. ¡Eso sí que es una noticia maravillosa! Esta noche tenemos que celebrar, vamos a cenar juntos.

—Abuelita, yo...

—Tranquila, solo estaremos la familia, nadie más —dijo Florencia con cierto tono especial.

Micaela entendió que la invitación era por el premio y, viendo la ilusión de la abuelita, ya no pudo negarse.

—Está bien, abuelita. Primero recojo a Pilar.

—Perfecto, vengan con Gaspar en un rato —remató Florencia antes de colgar.

Justo en ese instante, sonó la campana de salida del jardín de niños.

Micaela vio a Gaspar acercarse con Pilar de la mano, dirigiéndose hacia su carro.

Gaspar levantó a la niña en brazos y le preguntó, en tono juguetón:

—A ver, ¿con quién te quieres ir hoy?