Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 415

Lara apretó los puños y, con los dientes bien cerrados, soltó:

—Ahora que el señor Gaspar ya habló, ¿todavía piensas que eres tan generosa?

Micaela la miró de reojo, tomó su celular y, sin titubear, marcó el número de Gaspar. Activó el altavoz para que todos pudieran oír.

La llamada no tardó nada en conectar. La voz profunda y característica de Gaspar se escuchó al instante:

—¿Qué pasa?

Lara se quedó helada, como si temiera que Gaspar se diera cuenta de que ella estaba ahí.

Micaela, con la mirada fija en el celular, dijo sin rodeos:

—Gaspar, escúchame bien: aunque me lo ruegues, yo no voy a subir al escenario para ese discurso.

Lara abrió los ojos como platos. ¿De verdad Micaela se atrevía a hablarle así a Gaspar? ¿De dónde le salía tanto valor?

Del otro lado hubo un par de segundos de silencio.

—No te pongas en ese plan. Tienes que dar el discurso, es decisión de la empresa.

—O me despides, o cancelas la presentación del área de IA y biotecnología. Decide tú.

Micaela colgó sin esperar respuesta.

Lara ni siquiera había reaccionado cuando Micaela levantó la vista.

—¿Algún otro problema?

Lara abrió y cerró la boca, pero no pudo decir nada. Al final, solo se dio la vuelta y se fue.

...

Un rato después, Leónidas la llamó para tratar el tema del discurso.

Así fue como Lara terminó consiguiendo la oportunidad para dar la presentación. Pero no podía evitar sentirse incómoda, como si estuviera recogiendo las sobras de algo a lo que Micaela ni interés le tenía.

Después de esa llamada, Micaela no volvió a recibir ninguna presión de la empresa para que diera la charla. Ni tiempo tenía para pensar en eso.

El fin de semana, Micaela lo dedicó a su hija. Cuando no estaba trabajando, todo lo demás era para estar con ella o descansar en casa.

En un parpadeo llegó el lunes, el día de la gran conferencia anual de InnovaCiencia Global.

Desde temprano, el salón principal ya estaba repleto de invitados: gente de todos los sectores, desde científicos hasta medios de comunicación. Aún faltaba una hora para el inicio, pero ya no quedaba ni un asiento libre.

Había muchas caras extranjeras; la crema y nata del mundo científico y de la prensa, todos juntos, era un espectáculo impresionante.

Lara llegó desde las ocho. Estaba tras bambalinas, repasando mentalmente su discurso. Los nervios la hicieron ir al baño. Al regresar, cuando cruzó el lobby y vio a tantos académicos, algunos de ellos auténticas leyendas, se quedó unos segundos en blanco.

Cuando volvió en sí, tenía la frente y las palmas sudadas. Inspiró y exhaló, intentando calmarse.

Nuestro precio es solo 1/4 del de otros proveedores

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Divorciada: Su Revolución Científica