Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 779

—¿Qué? ¿Gaspar quiere trasladarte a Santa Clara de la Laguna? —preguntó Samanta sorprendida al otro lado de la línea.

Lara entendió al instante. Gaspar había tomado esa decisión sin siquiera avisarle a Samanta.

Sintió que algo dentro de ella se quebraba, pero aguantó y respondió con voz controlada:

—Sí, la señora Zaira me llamó para avisarme, me pidió que lo pensara.

Samanta guardó silencio unos segundos.

—Lara, ¿y tú qué piensas hacer?

—Ya lo pensé bien. Quiero entrar al equipo del proyecto por mérito propio, pasando el examen de ingreso y demostrando lo que valgo —respondió Lara con determinación.

Samanta soltó un suspiro al otro lado.

—Bueno, entonces ve por el examen. Ahora que Gaspar dejó todo en manos de Ramiro, si le exijo que rompa sus reglas, solo lo pondría en una situación incómoda —y tras una pausa, preguntó—: ¿Gaspar te dijo qué puesto tendrías en Santa Clara de la Laguna?

—No pregunté mucho. La señora Zaira mencionó que sería líder de un proyecto de investigación —contestó Lara.

Samanta volvió a suspirar.

—Parece que Gaspar no te está dando mala opción, solo que tú no quieres irte.

—Sí, en eso tienes razón. El señor Gaspar siempre me ha tratado bien, pero yo no quiero irme, quiero quedarme aquí —admitió Lara, sin culpar a Gaspar por la oferta.

—Está bien, entonces échale ganas y prepárate para el examen —la animó Samanta.

Al colgar, Lara apretó los labios y sintió esa chispa de decisión arder en su mirada. No pensaba rendirse.

Abrió el cajón más bajo de su escritorio, sacó un enorme manual de certificaciones FDA y, con el plumón en mano, empezó a marcar los párrafos clave.

Un rato después, le devolvió la llamada a Zaira para decirle que no aceptaría irse a Santa Clara de la Laguna. Zaira lamentó su decisión; después de todo, era un buen puesto.

—¿De verdad? ¿No fuiste tú quien le habló a Gaspar sobre enviarme al laboratorio de Santa Clara de la Laguna?

Micaela le sostuvo la mirada, con un leve gesto de sorpresa. ¿Gaspar quería mandar a Lara allá? Ese laboratorio había sido adquirido por Gaspar en Santa Clara de la Laguna.

Al ver la reacción de Micaela, Lara empezó a creer que tal vez no había sido idea suya. Sin embargo, no pudo evitar presumir un poco:

—Aunque el señor Gaspar me ofreció liderar un equipo de investigación, no quise aceptar. Prefiero quedarme aquí.

¿Líder de un equipo? Gaspar sí que era generoso.

En ese momento, el celular de Micaela vibró con una nueva notificación. Al revisar la pantalla, leyó el mensaje:

[Hoy en la noche invito a Ramiro a cenar. ¿Te animas?]

—Era de Gaspar.