Micaela frunció el ceño, sumida en sus pensamientos. ¿Qué significaba eso de Gaspar? ¿Le preocupaba que su presencia pudiera afectar a Samanta? ¿Por eso le pedía que no se acercara a ella?
—Señorita Micaela, al final, Samanta es el único donante disponible a nivel mundial —dijo Ángel con cautela—. Gaspar teme que su aparición pueda poner nerviosa a Samanta.
De inmediato, Micaela lo entendió todo. Seguramente, Samanta seguía discutiendo con Gaspar. Temían que ella, como exesposa, intentara usar a Samanta en algún experimento, lo cual podría alterarla y hacer que se negara a cooperar.
Gaspar, con tal de mantener tranquila a Samanta, sí que pensaba en todo hasta el último detalle.
—Está bien, me mantendré al margen —respondió Micaela, sin perder la calma.
Ángel soltó un suspiro de alivio.
—Por mí, sería ideal que participaras durante todo el proceso, pero no queremos poner en riesgo el avance del experimento. Solo será por un tiempo, espero puedas comprenderlo.
—Lo entiendo —asintió Micaela.
Sabía perfectamente cómo era Samanta; después de diez años de conocer a Gaspar, no era de extrañar que supiera manipularlo tan bien.
Por el futuro de Pilar, Micaela estaba dispuesta a dejar de lado sus propios sentimientos y su posición.
—Cooperaré en todo. Si necesitan que me aleje, solo avísenme con anticipación.
—Te agradezco mucho tu comprensión —dijo el doctor Ángel, y enseguida preguntó—: Escuché que tienes muy buena relación con el doctor Nico. Este miércoles lo invité para intercambiar ideas sobre el proyecto. ¿Te gustaría venir con él?
Micaela sonrió y asintió.
—Por supuesto, ahí estaré.
...
A las seis de la tarde, Adriana regresó a casa. Al ver el carro de su hermano mayor estacionado afuera, supo de inmediato que él ya estaba ahí.
—Abuelita, ¿dónde está mi hermano? —preguntó apenas entró.
—¿Dónde más va a estar? Encerrado en el estudio, como siempre —respondió Florencia, sentada en el sofá viendo las noticias, uno de sus pasatiempos favoritos.
Adriana subió las escaleras a toda velocidad. Al llegar al estudio de Gaspar, empujó la puerta, entró y la cerró tras de sí.
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