Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 885

Gaspar, a través del retrovisor, notó la expresión de asombro en el rostro de Micaela. La comisura de sus labios se levantó sutilmente, como si el efecto de sus palabras lo dejara bastante satisfecho.

—Jacobo es mi hermano de toda la vida. No podría quedarme de brazos cruzados viendo cómo se hunde —continuó Gaspar, como si hablase de la lluvia de esa tarde y no de un asunto que requería mover hilos diplomáticos de alto nivel.

Micaela se quedó en silencio, todavía sacudida por la revelación. Jamás imaginó que Gaspar llegaría tan lejos por Jacobo. El costo de ese favor, el peso de ese compromiso... no era algo que se pudiera resumir con una simple frase sobre hermandad.

Pero ella sabía que ese hombre nunca hacía nada sin un motivo. Aunque, fuera cual fuera su objetivo, el hecho de que se esforzara tanto por ayudar a Jacobo ya era algo digno de agradecer.

En ese momento, el carro de Gaspar se detuvo frente a la entrada del fraccionamiento Villa Flor de Cielo. Desde el asiento trasero, la voz de Pilar rompió el silencio.

—¡Mamá, ya llegamos!

Micaela sacudió la cabeza y volvió al presente.

—Vayan ustedes, yo me voy para la casa —le dijo a su hija con una sonrisa.

Abrió la puerta y bajó. Mientras avanzaba hacia el fraccionamiento, notó que el elegante carro negro permanecía estacionado. Desde el asiento del conductor, Gaspar la observaba mientras se alejaba, sus dedos jugaban distraídos con el volante, y en su mirada se agitaban emociones difíciles de descifrar.

De pronto, una voz lo regresó a la realidad.

—¡Papá! ¿Ya no vamos?

Pilar se asomó desde atrás y le gritó al oído.

Gaspar reaccionó, dándole una sonrisa cálida a su hija.

—Claro, princesa, vamos de una vez.

El carro arrancó y, sin prisas, se dirigió hacia el centro comercial más cercano.

...

Micaela caminaba hacia su casa envuelta en pensamientos encontrados. Si Gaspar no le hubiera contado, ni siquiera se habría enterado del tremendo lío en el que estaba metido Jacobo. Y ahora, tampoco sabía si él ya había resuelto algo.

Al llegar a casa, sacó su celular y abrió las noticias. Lo primero que apareció en la sección de finanzas fue un encabezado que la dejó helada.

[Varias embarcaciones de Naviera Montoya fueron retenidas. Las acciones están por desplomarse y el Grupo Montoya podría enfrentar una ola de demandas millonarias.]