Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 890

Samanta es de esas personas que nunca se dejan vencer por la vida. Por eso, Micaela estaba segura de que ella ya habría conseguido todo lo que necesitaba de Gaspar.

Al parecer, en estos últimos diez años, Gaspar le había dado tanto amor como fama y fortuna.

Micaela cerró la llave del agua, tomó una servilleta y, con toda la calma del mundo, se secó las manos antes de salir al pasillo.

Justo en ese momento, vio a una recepcionista acercándose con alguien más. Los ojos de Micaela brillaron al reconocerlo.

—Sr. Nico.

Nico Obregón había estado tan ocupado últimamente que casi no había tenido contacto con Micaela. Acababa de regresar de un viaje de trabajo al extranjero, y al verla ahí, se sorprendió.

—¿Qué haces aquí?

Micaela miró a la recepcionista y le dijo:

—Déjame atenderlo, por favor.

Después, se volvió hacia Nico con una sonrisa y le propuso:

—Sr. Nico, ¿le parece si platicamos mientras caminamos?

Mientras avanzaban, Micaela le contó todo lo que acababa de descubrir sobre la posibilidad de que su hija hubiera heredado una extraña enfermedad en la sangre. Nico la escuchó atento y, al terminar, le preguntó:

—¿Gaspar te lo contó por su propia voluntad?

La reacción de Nico la tomó por sorpresa. Micaela se quedó unos segundos sin palabras.

—Sr. Nico, ¿acaso usted ya sabía todo esto desde hace tiempo?

En los ojos de Nico apareció un destello de culpa. Asintió despacio.

—Sí. Cuando tu papá aún vivía, yo ya sabía que la señora Ruiz tenía esa enfermedad.

Micaela lo miró, completamente impactada.

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