Muy temprano al día siguiente, Donia ya estaba despierta; su reloj biológico era exacto, levantándose a las seis en punto todos los días sin falta.
Sin embargo, debido al cambio de entorno, se quedó recostada en la cama unos minutos antes de levantarse lentamente y dirigirse al baño para su aseo matutino. Después de eso, se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y comenzó a organizar las cosas dentro de su maleta.
No llevaba mucha ropa, solo dos conjuntos. El espacio restante estaba lleno de botellas, frascos sin etiquetas y dos cajas de hierro con un aire antiguo.
Donia sacó la ropa, pensó por un momento y eligió dos frascos de entre el montón, luego cerró su maleta, tirando del cierre, aunque no se molestó en ponerle el candado.
Mirando alrededor de la habitación, su mirada finalmente se posó en la puerta del armario. Se puso de pie, tomó su maleta y se acercó.
Al abrir la puerta del armario y ver la ropa colgada hasta el tope, se sorprendió un poco.
Aunque las prendas no tenían etiquetas, se podía ver que eran nuevas y la calidad parecía buena. En cuanto al estilo, Donia no tenía ninguna queja, definitivamente tenía más gusto que la decoración rosa y juvenil del cuarto.
Después de acomodar la maleta en un rincón, se cambió a ropa deportiva y se recogió el cabello en un moño antes de salir de la habitación.
Tenía la costumbre de correr por las mañanas y no iba a cambiar su rutina solo porque estaba en un nuevo lugar.
***
Pasadas las ocho de la mañana, Claudia ya había preparado el desayuno y lo había servido en la mesa. Miró hacia la escalera y luego a su esposo, que leía el periódico en la sala. "Jaime, ¿crees que deberíamos despertar a la niña para desayunar?"
Jaime ajustó sus gafas sobre su nariz y dijo: "La niña estaba muy cansada ayer y se acostó tarde, mejor no la molestemos, déjala dormir un poco más."
"Está bien", asintió Claudia y justo cuando iba a decir algo más, sonó el timbre. Miró hacia la puerta, extrañada. "¿Quién vendrá a tocar la puerta tan temprano?"
Jaime dejó el periódico y reflexionó: "¿Será el contador?"
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