El Ángel Guardián a Mi Lado romance Capítulo 44

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Jacobo parecía estar de mal humor esos días, quizás ni siquiera él se había dado cuenta de que no podía dejar de pensar en Regina. Tal vez, debería encontrar una manera de casarse con él rápidamente.

Vanesa entrecerró los ojos, pensando que si pudiera quedar embarazada, podría lograr que se casaran por el bien del bebé. Pero, ¿realmente tenía que ser el hijo de Jacobo?

Solo necesitaba estar embarazada, él nunca adivinaría que el niño no era suyo. Los ojos de Vanesa brillaron un momento, ya que tener un hijo sería su carta ganadora, con un niño, los padres de Jacobo seguramente la aceptarían.

...

Regina y Oriana decidieron seguir de compras, pero fueron interceptadas por Jacobo en un rincón.

Él lanzó una mirada fulminante a Oriana y se dirigió a Regina diciendo, "¿Qué es lo que estás tratando de hacer? Has estado enojada conmigo durante días, ¿no es hora de terminar esto? Admito que estuve mal con lo de la boda y te pido disculpas, pero se supone que debemos actuar como verdaderos ser esposos, ¿no?"

"¿Qué alucinaciones estás teniendo? ¿Quién dijo que somos esposos? Oye, sobrinito, deja de molestarme, ¡o haré que tu tío te ponga en tu lugar!" Regina le lanzó una mirada de desdén.

El hombre luchaba por contenerse, apretando las manos en puños. "Regina, si sigues así, ¡nunca te perdonaré en mi vida! Te estoy dando una última oportunidad, ¡habla conmigo decentemente!"

Regina suspiró, "Ay, sobrinito, sé un poco más cortés, ¿no sabes que debes llamarme 'tía'? Me parece que necesitas comer algo para alimentarte y desarrollar tu cerebro, ¿acaso solo tienes agua ahí dentro? ¿Para qué quiero tu perdón? Solo eres basura, y lo que no me gusta, lo tiro al basurero pero, ¿todavía hablas de perdón? ¿Estás bromeando?"

"¡Regina!" Furioso, Jacobo intentó agarrarle el brazo.

Tomada por sorpresa, Regina dejó caer al suelo lo que tenía en las manos. El paquete que Oriana le había dado también cayó espectacularmente, y su contenido brilló al dispersarse en el suelo.