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El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 156

Base de investigación científica en las afueras de la ciudad

Esa tarde, después de cenar con otros investigadores en el comedor, Ariana regresó a su dormitorio para descansar.

Todavía era temprano, así que, como de costumbre, decidió aprovechar ese rato para dibujar algunos bocetos.

Dibujaba de todo tipo de diseños; como era curiosa y le gustaba aprender, cualquier cosa se le daba rápido. A veces, lo que más le nacía era dibujar personajes de sus propias novelas, ideando vestuarios y estilos únicos para cada uno, e incluso escenarios inspirados en mundos apocalípticos o futuristas.

Otras veces, se entretenía diseñando joyas.

El primer año de casada, le regaló a Esteban una prenda que ella misma diseñó: un prendedor de solapa. Como él era del signo Tigre, Ariana incorporó detalles alusivos a ese animal en el diseño.

El segundo año, también le obsequió algo hecho por ella. Este año, su regalo aún estaba a medio terminar: seguía siendo un proyecto incompleto.

Y, justo hoy… era el cumpleaños de Esteban.

Pero Ariana no le dio muchas vueltas a eso. Su mente estaba más ocupada pensando en que hoy Jazmín Torres volvía de su viaje de trabajo. Lástima que Ariana tenía que quedarse en la base y no podía ir al aeropuerto a recibirla.

Apenas sacó su libreta de dibujo y empezó a trazar unas líneas, cuando alguien llamó a la puerta de su dormitorio.

—Ari, soy yo.

La voz de la doctora Bernal se escuchó del otro lado.

Ariana dejó la libreta, se levantó y fue a abrir.

—¿Doctora Bernal? ¿Qué la trae por aquí? —preguntó sorprendida.

—Platiquemos adentro —contestó la doctora Bernal, con una mirada llena de ternura.

Ese gesto tan suave de la doctora Bernal hizo que Ariana se sintiera aún más intrigada.

Una vez dentro, Ariana le sirvió un vaso de agua.

—Ari, ven, siéntate aquí —le indicó la doctora Bernal, señalando el lugar junto a ella.

Ariana se sentó obedeciendo.

Pero lo que le iba a mostrar a Ariana no requería estar conectada.

Manipuló el celular unos segundos y luego se lo entregó a Ariana.

Ariana tomó el aparato y comenzó a revisar el contenido con atención.

Cuanto más veía, más seria se ponía.

La doctora Bernal, notando cómo el color se le iba del semblante a Ariana, le habló con suavidad:

—El video donde te grabaron en el hospital fue subido el domingo en la noche y de ahí se volvió viral, armando un alboroto tremendo en las redes. Ayer como a las siete de la noche salió otra oleada de chismes y calumnias, mencionándote directo. Pero tranquila, desde lo del video del domingo, las autoridades ya están monitoreando todo lo que sale en internet relacionado contigo, así que esa segunda ola, apenas apareció, la frenaron y no pasó a mayores.

Ariana escuchaba, apretando los labios mientras sentía cómo la sangre le hervía.

No tenía idea de quién la había grabado en el hospital, pero la segunda ola de rumores y calumnias, podía apostar quién la había provocado.

José Manuel. No cabía duda, tenía que ser él.

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