El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 171

Ariana y Jazmín regresaron a su mesa, donde ya les habían traído todo lo que pidieron: tamales, camarones, carne de res y cordero. Habían pedido bastante carne, sobre todo porque a Jazmín le encantaba.

—Ese tipo de hace rato, se le notaba que no era nada bueno. Mejor apurémonos a comer y nos vamos de aquí —dijo Jazmín mientras sumergía una rebanada de carne en el queso fundido.

—Sí —asintió Ariana, aún sorprendida de cómo Romeo, a quien no veía desde hacía años, había cambiado tanto, volviéndose tan desagradable.

La manera en que Romeo las miró hace un rato, a ella y a Jazmín, la hizo sentir incómoda, como si la estuvieran pinchando con agujas.

—Prueba esto, a ver si quedó bien suave. Me lo aprendí de memoria, conté los segundos exactos para cocinarlo —dijo Jazmín, poniendo un trozo de carne recién cocida en el plato de Ariana.

Ariana tomó la carne, la sumergió en la salsa y se la llevó a la boca. Se deshizo con solo probarla.

—Está suave, está delicioso —comentó Ariana, sincera.

—¿Ya me puedes decir quién era el doctor guapo que nos topamos afuera del cine? —Jazmín, por supuesto, no había olvidado ese tema.

Aunque Ariana se había mostrado distante con el doctor, Jazmín notó que en realidad no le desagradaba.

En cambio, el tipo que se toparon en la barra de salsas, con esa mirada de acosador y cara falsa, le causó rechazo inmediato.

Ariana la miró y esbozó una sonrisa.

—Nunca te había visto tan interesada en un desconocido —bromeó.

—Solo sospecho que ese doctor quiere ligarte —soltó Jazmín sin rodeos—. Además, noté cómo te esforzaste en ser cortante con él.

Ariana no se sorprendió, después de todo, Jazmín la conocía de sobra. Así que tampoco pensó ocultarle nada.

—No andas tan errada, pero sabes cómo están las cosas conmigo. Solo puedo poner mi mejor cara de pocos amigos para que entienda que no insista —le explicó Ariana con serenidad.

Pero si Ariana tenía claro lo que quería, no valía la pena angustiarse. Tal vez dejar que las cosas fluyeran era lo mejor.

Al final, Ariana no mencionó quién era Andrés y, de paso, logró que Jazmín perdiera el interés en él.

No quería mentirle a su amiga, así que ese desenlace le pareció perfecto.

Las dos siguieron platicando mientras comían, sin bajar el ritmo. En poco tiempo, dejaron la olla de queso fundido completamente vacía.

Jazmín se ofreció a invitar la comida. Cuando ambas se dirigieron a la caja para pagar, se encontraron de nuevo con Romeo. Esta vez, lo acompañaba una chica de aspecto dulce y tranquilo: su novia, Carla.

Carla, queriendo mantener su imagen de chica buena frente a su novio millonario, apenas probó bocado y enseguida dijo que ya estaba llena. Así, terminaron yendo a pagar justo al mismo tiempo que Ariana y Jazmín, quienes habían devorado la comida a toda velocidad.

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