Entrar Via

El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 175

—Señorita Montiel, sobre la invitación que le hice hace un momento, ¿ha pensado en mi propuesta?

Tras los saludos de rigor, Marcos volvió a invitar a Estela a ser su pareja de baile esa noche. Lo hacía con una paciencia infinita, siempre con esa sonrisa cálida y ligera que parecía nunca desvanecerse de su cara.

Sin embargo, antes de llegar al baile, Estela ni siquiera había considerado bailar con alguien que no fuera José Manuel. Y mucho menos con Marcos, quien en el pasado la había engañado de alguna forma. Por eso, no había manera de que aceptara su invitación.

—Perdón, pero ya tengo pareja para esta noche —respondió Estela, tajante pero sin perder la cortesía.

Aunque solo podría bailar una pieza con él, Estela ya se sentía completamente satisfecha con eso.

Marcos recibió la negativa de frente, pero su sonrisa no se borró. En el fondo, ya esperaba ser rechazado. Por eso, había intentado convencer a Jazmín de ser su pareja esa noche, pero esa muchacha prefería a Ariana y lo había mandado volar.

De todos modos, Marcos no pensaba rendirse tan fácil.

—¿Tu pareja ya llegó? —preguntó, sonriendo con un destello pícaro en los ojos—. Me gustaría hablar con él y ver si puedo convencerlo de dejarme bailar una pieza contigo.

Estela dudó, visiblemente incómoda.

Lo cierto era que, desde que llegó, había estado buscando a José Manuel, pero ya había recorrido el salón y no lograba encontrarlo por ningún lado.

Le mandó un mensaje, pero él tampoco contestaba.

Nerea y Fabián, que observaban la escena desde cerca, jamás imaginaron que Estela se atrevería a mentirle a Marcos y rechazaría tan de frente su invitación.

—Perdón, señor Gamboa, pero le pido que busque a otra persona —insistió Estela, sin ceder.

Marcos asintió levemente, y en sus ojos rasgados se notaba cierta resignación.

—Está bien. Pero si cambias de parecer, estaré esperando. No dudes en buscarme —dijo, señalando con la cabeza el área de la barra de bocadillos—. Me quedaré por allá, en la zona de descanso.

Estela no respondió ni con un gesto. Solo apretó los labios, reacia a decir una palabra más.

Marcos se despidió de Nerea y Fabián con una sonrisa tranquila, y se alejó rumbo a la zona de descanso, sin insistir más.

...

Cuando Marcos estuvo lo suficientemente lejos, Nerea se acercó y preguntó en voz baja:

Pero justo en ese momento, como si lo hubieran invocado, José Manuel apareció en la entrada del salón. Caminaba del brazo de una mujer joven y despampanante, y de inmediato causó revuelo entre los presentes.

—¿Ese no es el segundo hijo de los Rivas, José Manuel? —se oyó murmurar a alguien cerca de la entrada.

Enseguida, otra voz reconoció a la mujer del brazo de José Manuel.

—Oigan, ¿no es ella Anaís Vargas? ¿La que se volvió famosa hace poco en ese programa de televisión?

—Sí, la conozco. Anaís, la que dicen que es la belleza clásica del siglo. Y sí, en persona tiene un aire especial.

—Me enteré que Anaís hace poco dejó su antigua agencia para unirse a Aurora Diversión S.A., la empresa del señor Rivas. Ahora todo tiene sentido.

—¿Será que el señor Rivas piensa convertir a Anaís en su nueva estrella?

—O tal vez solo quiere mantener el éxito en la familia, quién sabe…

Y mientras los rumores se esparcían, algunos soltaron comentarios cargados de doble sentido, dejando el ambiente aún más tenso y expectante.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Arte de la Venganza Femenina