Ariana soltó un suspiro de alivio.
Pensó que, al final, la grabación que había traído de ese tal señor Montiel no sería necesaria. Mejor así.
—Pero Ari, ¿puedes prometerme algo? Aunque te divorcies de Esteban, no te alejes de mí, no me trates como a una extraña, ¿sí?
Salomé tomó la mano de Ariana con fuerza, mirándola con una súplica que le temblaba en los ojos.
Siempre había deseado tener una hija, pero su corazón enfermo la puso en riesgo. Cuando se atrevió a quedar embarazada para tener a Esteban, los doctores le advirtieron que su corazón se iría deteriorando poco a poco y que, probablemente, no llegaría a ver a su hijo convertirse en adulto.
Hace trece años, la madre de Ariana le donó su corazón y eso le salvó la vida a Salomé.
Desde entonces, Salomé había sentido a Ariana como una hija más.
—Perdón, señora Salomé, pero no puedo prometerle eso.
Diciendo esto, Ariana se armó de valor y fue apartando despacio su mano de la de Salomé.
Esteban, con la mirada endurecida, se sorprendió; pensaba que Ariana accedería a la petición de su madre, pero ella...
El rostro de Salomé se llenó de decepción; un nudo amargo le cerró la garganta.
—Ari...
Ariana no se permitió flaquear ni por un segundo. Con decisión, añadió:
—Ya que todo quedó claro, prefiero no interrumpir más su comida. Con permiso.
Sabía que, si cedía y seguía cercana a Salomé, cuando llegara el momento de enfrentarse a Esteban, la señora terminaría aún más lastimada.
Mejor de una vez, pensó Ariana, convencida de que hacía lo correcto.
Sin mirar atrás ni dudar, Ariana salió de la habitación.
—Ari...
Salomé la miró irse, sintiendo que algo dentro de su pecho había sido arrancado y dejado un vacío imposible de llenar.
—Mamá.
Esteban contempló a su madre, que parecía extraviada, y en su ceño se acumulaban nubarrones.
—No te lo conté en su momento porque temía que malinterpretaras a Ari, que pensaras que actuaba por agradecimiento, que solo buscaba aprovecharse —murmuró Salomé, con la vista borrosa, fija donde Ariana había desaparecido.
¿Y acaso no era así?, estuvo a punto de replicar Esteban.
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