La palabra “presumido” era la que Jazmín usaba siempre para describir a Marcos.
Como Ariana escuchaba tanto a Jazmín decirlo, al final terminó contagiándose de esa manía.
Ahora que veía a Marcos, Ariana sentía que tenía frente a ella a un pavo real exhibiéndose, imposible no notarlo.
¿Será que había quedado de verse con la chica que le gustaba para comer aquí?
Ariana sintió curiosidad, pero al final no fue tras él para averiguar.
Mejor se fue directo al privado que Jazmín había reservado, y se sentó a esperarla.
Cinco minutos después, Jazmín llegó justo a tiempo, empujando la puerta del lugar.
—Ari, perdón por la tardanza, me tocó un tráfico horrible y por eso me atrasé.
Las dos solían salir con tiempo de sobra para llegar a sus citas; detestaban llegar tarde.
Ariana sonrió con calma.
—No llegaste tarde, al contrario, eres muy puntual.
Jazmín dejó su bolso y se sentó en el tatami frente a Ariana. Luego preguntó:
—¿Ya pediste algo?
—Todavía no, quería esperarte para que eligiéramos juntas —respondió Ariana.
Aunque conocía bien los gustos de Jazmín, no sabía si últimamente había cambiado de antojos, así que mejor dejar que ella misma eligiera.
—Va, perfecto —Jazmín sacó su celular, escaneó el código para ver el menú digital y empezó a elegir sus platillos. Cuando terminó, le pasó el teléfono a Ariana—. ¿Quieres agregar algo más?
Ariana revisó la selección.
—Así está bien, luego ni terminas todo lo que pides.
—Hoy fui al gimnasio en la mañana, traigo una hambre de aquellas, así que no pasa nada —dijo Jazmín con una sonrisa cómplice.
Las porciones de comida japonesa no eran muy grandes, así que Jazmín prefería pedir varios platillos.
Una vez que mandaron la orden, empezaron a platicar de todo y de nada.
Ariana le contó a Jazmín sobre su idea de ilustrar la próxima novela que iba a publicar. Jazmín se emocionó de inmediato.
—¿En serio? Yo me acuerdo que de chiquita dibujabas superbonito, hasta pensé que algún día te ibas a dedicar a eso.
Ariana todavía recordaba la caricatura que le hizo a Jazmín en la primaria; de hecho, Jazmín aún la guardaba. Por eso mismo, Jazmín terminó interesándose en temas de arte y dibujo: todo por culpa de Ariana.
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