El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 232

—Jazmín, ¿te acuerdas del doctor Rocha? Ese que nos topamos la otra vez afuera del cine —Ariana cambió de tema y le preguntó con una sonrisa traviesa—. Me invitó a ir de excursión mañana, ¿tienes tiempo?

En su vida pasada, Jazmín nunca había andado con Marcos, al menos hasta el día que Ariana cayó del edificio, nunca la escuchó mencionarlo. Para ese entonces, ambas ya tenían casi veintiocho años.

Jazmín parpadeó, sus ojos grandes y cautivadores brillaron con picardía. Sonrió con intención y le respondió:

—¿Estás segura de que ese doctor guapo me invitó a mí también?

Ariana se sintió incómoda bajo la mirada juguetona de Jazmín y terminó confesando:

—Bueno, la verdad, fui yo quien le preguntó al doctor Rocha si podía llevar a otra amiga. Me dijo que claro, que éramos bienvenidas.

—¿Y son solo ustedes dos? —Jazmín levantó la antena del chisme.

Eso de ir de “vela” no le hacía ninguna gracia. No pensaba ser la que estorbara una cita.

—No, también va a ir uno de sus amigos, y otros colegas doctores, hay hombres y mujeres, así que no te hagas ideas raras —aclaró Ariana, rodando los ojos.

—Esa última parte te la pudiste ahorrar. Es obvio que pensaré cosas —le contestó Jazmín, riendo con malicia.

¡Por favor! Si un doctor tan atractivo ya la estaba invitando a salir, no era para menos. ¡Eso era una señal de que iba tras Ariana!

Además, Jazmín llevaba tiempo deseando que Ariana se diera la oportunidad con otros hombres valiosos. No todos en el mundo eran infieles o unos patanes.

¿Por qué dejar que una mala experiencia arruine todo?

Ariana aprovechó para insistirle:

—Si ya lo ves así, ¿no crees que deberías acompañarme?

—¿Quieres que vaya a checar el panorama por ti? —le soltó Jazmín, levantando una ceja.

Ariana no respondió, pero su silencio lo dijo todo.

—Bueno, entonces voy —aceptó Jazmín con una media sonrisa.

Ariana se iluminó:

—Mañana paso por ti a las ocho y ya nos vamos juntas.

Tanto Andrés como Carlos eran buenas opciones, pensó Ariana. Presentarle a alguno a Jazmín no le haría daño; si no pasaba nada romántico, al menos ampliarían su círculo de amigos.

...

Ya cerca de las doce y media, ambas habían dejado la mesa limpia: el sushi y los aperitivos desaparecieron como si nunca hubieran estado ahí.

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