El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 257

Esteban regresó al Residencial Los Arcos, dudando una y otra vez si debía llamarle a Ariana.

Si le mandaba un mensaje, seguro que ella no le respondería.

Pero si le marcaba, tampoco tenía la certeza de que contestara.

Miró la hora: ya eran las diez de la noche.

Tal vez ella ya estaría en casa, sana y salva.

No quería incomodarla ni que pensara mal de él, así que esta vez no fue al Residencial Senda Nueva. Mejor decidió regresar directo a Los Arcos.

El desasosiego no lo dejaba en paz. Se levantó y subió a darse un baño, a ver si así lograba despejarse un poco.

...

A la mañana siguiente, Ariana recibió una llamada de un número desconocido.

—¿Hablo con la señorita Santana? —preguntó una voz femenina que no le resultó familiar.

—Sí, soy yo —respondió Ariana, que acababa de prepararse un desayuno sencillo: unos fideos con huevo y cebollín.

Tomó los cubiertos, lista para comer mientras atendía la llamada.

—Señorita Santana, soy la madre de Romeo. Perdón que la moleste, pero me atreví a llamarle para pedirle que tenga compasión.

La mano de Ariana se detuvo en el aire.

¿La mamá de Romeo?

¿Acababa de pedirle que tuviera compasión?

Sin dejar ver su desconcierto, contestó:

—No entiendo a qué se refiere.

Romeo solo había estado detenido diez días. Ariana dudaba que la madre de Romeo le llamara por eso, y si de verdad estuviera tan preocupada, le habría llamado desde el primer día, no hasta ahora que ya iban varios días.

Por eso, Ariana sospechaba que la súplica de la señora iba por otro lado.

Pero lo cierto era que Romeo tenía bien merecido todo lo que le estaba pasando. Sin importar para qué la hubiera llamado su madre, Ariana no pensaba meterse.

Al final, solo estuvo diez días detenido. Hasta eso, le salió barato.

No dejó que aquella charla absurda le arruinara el ánimo. Disfrutó su desayuno en paz.

Cuando terminó de limpiar, se puso a trabajar.

Necesitaba avanzar con su nueva novela; lo ideal sería terminarla antes de que acabara el rodaje de Iniciado Desconocido. Así, podría coordinar el lanzamiento con la transmisión del drama en televisión.

Además, ella misma era la guionista de la versión televisiva y había hecho algunos ajustes en la historia, lo que le permitía conectar perfectamente la novela con la serie.

Su objetivo era que la serie dejara en ridículo a la película, que todos vieran cuál era la mejor adaptación.

Ariana se concentró tanto en escribir que, aunque no apagó el celular, lo dejó en silencio y apartado a un lado.

Sin darse cuenta, la mañana se le fue volando. Hizo una pausa corta, fue a la cocina y preparó algo simple para el almuerzo. Después, volvió a sumergirse en su escritura.