El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 281

La tía de Marcos Varela recibió a Jazmín Torres y Ariana Santana con una calidez desbordante.

—Ustedes son amigas de Marcos, no se preocupen, aquí están como en su propia casa.

El cumpleaños era un evento estilo buffet, con una parrillada en el jardín al aire libre de la casa, y hasta habían contratado a un chef de sushi que preparaba las piezas frescas ahí mismo, solo para ese día. El ambiente olía delicioso y la música animaba a todos a relajarse y disfrutar.

La festejada se llamaba Tania, una chica que justo acababa de cumplir dieciséis. A ella se le notaba la emoción en el rostro cada vez que alguien la felicitaba. Cuando Tania supo que Jazmín era egresada del Instituto Superior de Interpretación y Traducción, se lo contó a sus amigas de la prepa. En un abrir y cerrar de ojos, varias chicas de secundaria y prepa rodearon a Jazmín, con los ojos brillando de admiración y un montón de preguntas a punto de salir.

—Jaz, ¿es cierto que esa escuela es súper difícil para entrar? ¿Cómo le hacías para estudiar para el examen de ingreso a la uni?

—Sí, Jaz, a mí siempre se me ha complicado el inglés, y quiero mejorar, pero aparte de ir a clases, ¿qué otra cosa recomiendas para aprender mejor?

Tania se quedó a un lado, observando la escena con una sonrisa orgullosa que no podía disimular.

Después de responder algunas preguntas, Jazmín notó que Ariana por fin salía de la casa. Se acercó rápido y la trajo con el grupo de chicas curiosas.

—Chicas, les presento a Ari, ella es todavía más crack, se graduó de la Universidad de San Márquez. Si quieren consejos, ella también les puede ayudar.

Ariana apenas alcanzó a dejar los regalos en la sala y, tras seguir a una de las señoras que ayudaban en la casa, se vio de pronto rodeada por siete u ocho chicas que la miraban como si fuera una estrella de cine. Aunque al principio se quedó un poco pasmada, pronto recobró la compostura y empezó a darles algunos trucos y consejos para el estudio.

—Miren, lo que a mí me funcionó no necesariamente les va a funcionar a ustedes, pero sí les puedo decir que encontrar su propio ritmo es clave. No se comparen con nadie y traten de descubrir cómo se concentran mejor.

Mientras Ariana compartía sus secretos, Tania se mantuvo al lado de Jazmín, sin meterse en el bullicio. Se acercó un poco más, bajando la voz, aunque la emoción la delataba.

—Jaz, ¿Ari es tu amiga? ¡De la Universidad de San Márquez! ¿Cómo le hacen para ser tan chidas?

En ese momento, Jazmín pensó para sí: “Si supieras que Ari no solo es buena estudiante, sino que además es la mismísima Stella, la escritora favorita de tantas…”.

—Tania, ¿conoces a Stella?

—¡Gracias, Jaz! ¡Ahora sí me voy a esforzar para entrar a la universidad! —dijo Tania, encantada, admirando a esa hermana mayor que era tan lista y tan linda con ella. De hecho, por mucho tiempo, Tania había creído que Jazmín era novia de Marcos.

Resulta que una vez, Tania se animó a preguntarle en secreto a Jazmín, y Jazmín le aclaró que no era así. Pero luego su madre, con ese aire de complicidad, vino a preguntarle a Tania sobre Jazmín y Marcos. Tania le contó lo que Jazmín le había dicho, y su mamá solo suspiró bajito.

—Qué lástima, lástima que nuestro Jorge todavía está muy chico.

Jorge era el hermano menor de Tania, y apenas tenía once años ese año.

En ese entonces, Tania también era una niña, apenas acababa de entrar a la secundaria, así que no entendió la frase de su mamá. Pero ahora, ya con dieciséis, empezaba a sospechar a lo que se refería.

Por eso, con un tono travieso y una sonrisa pícara, le preguntó a Jazmín:

—Jaz, ¿de verdad todavía no andas con Marcos?