El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 280

—¿Entonces ustedes dos ya confirmaron lo que sienten y decidieron estar juntos? —preguntó Ariana.

Jazmín soltó un pequeño bufido antes de responder:

—Lo que sentimos sí está claro, pero yo todavía no le he dicho que sí para ser su novia.

Ariana enseguida captó la razón y le preguntó:

—¿O sea que quieres esperar a que el señor Gamboa arregle todos esos enredos que él mismo se buscó antes de aceptar estar con él?

Jazmín no pudo evitar reírse un poco:

—¡Tú sí me entiendes!

Ariana también se rio, contagiada:

—Me parece perfecto, así el señor Gamboa aprende la lección.

Las dos siguieron platicando un buen rato, hasta que a Jazmín le entró una llamada y ahí terminó la conversación.

No hacía falta adivinar, seguro era Marcos quien la llamaba.

Ariana dejó el celular a un lado y soltó un suspiro leve.

Por fin, Jazmín y Marcos habían superado el malentendido, y sin mayores complicaciones.

No se atrevía a jurar que todo lo que les esperaba en adelante sería fácil, pero al menos, ahora sí estaba claro que se gustaban de verdad. Solo con eso, ya podían presumir que estaban mejor que mucha gente.

Esa noche, Ariana soñó algo que no le pasaba desde hace mucho tiempo: regresó a su época de prepa y apareció Esteban. En el sueño, él llevaba el uniforme escolar y, con un trofeo entre las manos, caminaba hacia ella. Sus rasgos perfectos y su mirada indiferente reflejaban rechazo. Con un tono cortante, le dijo:

—Me desagrada que te gusten tipos como yo.

Sintió que le atravesaban el pecho, como si le apretaran el corazón de golpe. Ariana se despertó sobresaltada.

—¿Por qué soñé algo así? —pensó, frustrada.

Ariana se enteró de eso hasta que Jazmín le mandó la ubicación ese mismo día.

En su vida pasada, Ariana estuvo casada con Esteban durante años, y nunca había puesto un pie en esa zona. Quién iba a decir que ahora, en esta nueva oportunidad, su primer visita sería por el cumpleaños de la hija de la prima de Marcos.

El área era mucho mejor que la de la antigua casa donde vivió con Esteban en Villas del Mirador. Aunque estaba en pleno centro, tenía un ambiente tranquilo y elegante, como si fuera un pequeño paraíso escondido en la ciudad.

Ariana pensó que, si no fuera porque Esteban vivía tan cerca, habría comprado con gusto una casa ahí para que su papá pudiera disfrutar la vida de jubilado.

Lástima.

Siguiendo el mapa, Ariana llegó puntual. Jazmín ya estaba ahí, solo unos minutos antes que ella. Marcos había ido a recoger a Estela, así que todavía no llegaban.

Jazmín ya conocía a la tía de Marcos de otras fiestas familiares, así que no necesitaba que Marcos le hiciera la presentación. Además, Marcos ya había avisado con anticipación que irían.

Ariana tomó su cuadro, respiró hondo y, con una sonrisa ligera, se preparó para entrar en ese mundo desconocido, sin saber que, esa noche, algo inesperado la estaba esperando.