Liam disimuló rápidamente la sorpresa que cruzó por sus ojos y dijo con una sonrisa difícil de descifrar:
—Casualmente, él tiene libre mañana y pasado. Le diré que venga al hospital a protegerlos a ti y a tu padre.
—… —Ariana se sintió un poco incómoda, sin saber qué responder.
Si se negaba, ¿y si Liam solo estaba bromeando?
Pero si no decía nada, parecería que estaba confirmando su relación con Carlos…
Justo cuando se encontraba en un dilema, su celular sonó.
Al verlo, Liam se apresuró a decir:
—Entonces, yo me voy a la comisaría. Cualquier cosa, nos llamamos.
—De acuerdo —asintió Ariana, mientras miraba la pantalla: era una llamada de Jazmín.
Se acercó a la ventana para contestar.
—¿Hola, Jazmín?
Al oír el nombre, Liam, que estaba a punto de darse la vuelta, se detuvo en seco.
«¿Así que es esa chica, Jazmín, la que llama?».
La vez que fueron de excursión a la montaña, Jazmín le había causado una buena impresión, por lo que la recordó de inmediato.
Sin embargo, Liam no se quedó a escuchar la conversación. Al segundo siguiente, con una leve sonrisa en los labios, se dio la vuelta y salió de la habitación.
Al oír el sonido de la puerta cerrándose, Ariana miró hacia atrás instintivamente.
Por el teléfono, escuchó la voz de Jazmín, un poco tímida, que le preguntaba:
—Oye, Ari, Marcos me mandó un mensaje esta mañana temprano diciéndome que quiere que nos vayamos de vacaciones este fin de semana, solo él y yo. ¿Tú qué dices, debería aceptar?
Aunque Ariana no tenía mucha experiencia en el amor, entendía perfectamente lo que significaba que un hombre invitara a una mujer a solas a un viaje.
Dos adultos, solos en una habitación, con sentimientos mutuos… era difícil mantener la cabeza fría.
En otras palabras, si Jazmín aceptaba la invitación de Marcos, era muy probable que cruzaran la última barrera.
Ariana lo pensó seriamente y luego dijo:

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