El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 46

Esa noche, Martín se fue a dormir con una sonrisa de oreja a oreja tras recibir la promesa de Samuel y notar que Stella no había hecho ningún movimiento reciente. Las opiniones en internet cada vez se inclinaban más hacia el “lado de la víctima”, y él sentía que la suerte, por fin, estaba de su lado.

Al llegar a casa, se dio una ducha rápida y se dejó caer en la cama, durmiendo como un rey.

Ariana, en cambio, no podía darse esos lujos. Al volver al hotel, todavía tenía mucho por hacer antes de poder descansar. Se puso manos a la obra durante casi media hora hasta que, por fin, la grabación oscura y borrosa se vio clara y nítida.

Guardó las partes más importantes y, junto con unas capturas de pantalla de los chats en el celular de Martín y los tres registros de depósitos, preparó un correo anónimo para Iker. Le agregó una nota: [El día de Navidad al mediodía, lleva estas pruebas y destapa todo.]

Desde ese momento, la pelota quedaba en la cancha de Iker.

A punto de cerrar la laptop para irse a bañar, Ariana se detuvo y, pensándolo bien, tomó el celular para enviarle un mensaje a Iker: [Por favor, no reveles quién soy ni menciones que yo tuve algo que ver con esto.]

El asunto de que ella era la verdadera Stella, la escritora de ciencia ficción, no era algo que pudiera salir a la luz todavía.

Estaba esperando el momento justo para hacerlo.

Además, ahora que sabía quién era el tal señor Merino, había deducido que Nerea había sido la que le robó su cuaderno.

—Qué descaro… Una me acusa de plagio, la otra me roba y todavía sueñan con actuar en la película basada en mi historia. Qué bonito les sale el plan, ¿no?

Ariana tomó su pijama dispuesta a meterse a bañar, pero justo en ese instante, el celular comenzó a sonar.

Dejó la ropa a un lado y fue a contestar. Era una llamada de Iker.

Ya casi daban las doce de la noche y, para su sorpresa, Iker seguía despierto.

—¿Bueno? Ariana, ¿eres tú? —dijo Iker, su voz sonaba llena de curiosidad—. Acabo de recibir un correo anónimo, ¿fuiste tú la que me lo mandó? ¿Cómo conseguiste todas esas pruebas? ¿Por qué hay que esperar hasta Navidad para hacerlo público?

La forma en que hablaba mostraba que de verdad no entendía nada de lo que estaba pasando.

—¿Ya viste todo el material? —le preguntó Ariana.

—Todavía no, apenas se está descargando. El archivo está algo pesado —respondió Iker, con tono apurado.

—Si algún día alguien te pregunta, di que fue el mismo Martín quien te lo mandó.

—Martín es ese tal “Rayo Solaris”, el que me acusó de plagio —agregó Ariana.

Al final de cuentas, todas esas capturas venían directamente del celular de Martín. No había manera de que pudiera lavarse las manos.

Ojalá, pensó Ariana, Martín y Samuel terminaran peleando entre ellos.

Capítulo 46 1

Capítulo 46 2

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Arte de la Venganza Femenina