Entrar Via

El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 76

Después de que el joven le pidió disculpas a Ariana, Iker aprovechó para presentarlos de manera sencilla.

Resultó que el joven era hijo de la tía menor de Iker, y actualmente estudiaba en la universidad de la ciudad. Ese fin de semana, había ido al cine con su novia y, de paso, decidieron pasar por ahí para comer un guiso típico.

El joven, con la clara intención de acercar a Ariana con su primo, se dirigió a ella después de saludarla y le preguntó con una sonrisa:

—Ari, ¿conoces a Stella? Es esa escritora de ciencia ficción súper famosa, ¿has oído hablar de ella?

En cuanto mencionó a Stella, la novia del joven se emocionó de inmediato.

—Iker, ¿a poco Stella es tan guapa como dicen?

...

Ariana e Iker se miraron, sorprendidos por el entusiasmo de la pareja.

Ariana sentía que estos dos eran unos verdaderos amantes del chisme.

Al notar el ambiente, el joven tomó la mano de su novia y la jaló suavemente.

—Ya, no interrumpas, que estoy platicando con Ari. Además, el primo ya dijo que respeta la privacidad de Stella y que jamás revelaría nada personal de ella. Así que ni le busques, no vas a sacarle nada.

Ariana no pudo evitar poner los ojos en blanco ante tanto revuelo, pero como la habían mencionado de nuevo, solo asintió.

—Sí, he oído hablar de ella.

El joven, al notar la respuesta afirmativa de Ariana, se apresuró a decir:

—¡Pues mi primo es el editor personal de Stella! ¿A poco no está cañón?

Que Stella fuera tan sobresaliente también significaba que su primo lo era, porque fue él quien supo reconocer su talento y la firmó.

A un lado, Iker tenía ganas de taparse la cara. En su mente solo podía pensar: “Si supieran que la mismísima Stella está parada frente a ustedes…”

Ariana miró a Iker y, siguiendo el juego del joven, asintió con naturalidad.

—Sí, tu primo es muy bueno en lo que hace.

Ariana también tenía algunos primos y primas por parte de su papá, pero la relación con ellos era distante.

En realidad, ellos nunca habían querido acercarse a Ariana. Y con el tiempo, ella también dejó de buscar esa cercanía y solo mantenía una armonía superficial, más que nada por respeto a su padre. Si no fuera por eso…

Iker seguía medio aturdido por el halago espontáneo de Ariana y tardó un poco en reaccionar.

Para cuando cayó en cuenta de que Ariana le había dicho algo más, ella ya se despedía.

—Bueno, Iker, yo me voy. Si surge algo, me avisas por teléfono.

Iker volvió en sí y respondió rápido:

—¡Claro! Cuídate en el camino.

Ariana le sonrió con una leve inclinación de cabeza y se alejó.

Iker se quedó mirando la silueta delgada de la chica y luego bajó la vista hacia la chaqueta nueva que llevaba doblada en el brazo, la cual seguía intacta. Sin poder evitarlo, dejó escapar un suspiro silencioso.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Arte de la Venganza Femenina