El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 89

Cuando el hombre pasó junto a Ariana, la miró de reojo. Aquella mirada, cargada de intenciones ocultas, se le quedó grabada.

Sin embargo, él no se detuvo. Con esas piernas largas, cruzó el pasillo en un instante y aquel cruce de miradas no duró más que un suspiro.

Aun así, el corazón de Ariana dio un vuelco justo en ese momento.

No fue por emoción, ni mucho menos. Más bien sintió que era como un animal indefenso, acechado por un halcón listo para lanzarse sobre su presa.

A pesar del frío, notó cómo la espalda y las palmas de sus manos se le empapaban de sudor.

No le quedaba duda: si no decía quién había grabado el video, Esteban no se detendría tan fácilmente.

Por eso mismo, porque ese hombre era tan terco y peligroso, Ariana no podía permitirse revelar nada sobre sí misma. Si lo hacía, solo traería más problemas a su vida.

Los recuerdos de su vida anterior eran demasiado dolorosos y humillantes. Aunque en esta ocasión nada tan horrible había pasado todavía, Ariana no podía perdonarlo. Su meta era exponer los secretos sucios de Esteban ante todos y asegurarse de que, al final, él recibiera el castigo que merecía.

Así que tenía que ingeniárselas para salir bien librada, sin arriesgarse antes de tener pruebas sólidas.

Por supuesto, Ariana entendía que aquello no se resolvería de la noche a la mañana. Pero había al menos un asunto que podía resolver de inmediato.

Fue directo a la administración del conjunto habitacional, decidida a presentar una queja: el sistema de acceso del fraccionamiento era inútil, cualquiera podía entrar y salir a su antojo.

Había elegido ese lugar precisamente porque presumían un control muy estricto. Decían que la seguridad era prioridad.

Pero apenas llevaba viviendo allí y ya la realidad le había dado una bofetada.

Explicó la situación al personal de la administración, pero ellos se defendieron de inmediato, alegando que jamás permitirían que alguien que no fuera residente circulara libremente por el fraccionamiento.

Ariana entonces pidió revisar las cámaras de seguridad. Para demostrar que no estaban haciendo mal su trabajo, el personal aceptó su solicitud.

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