El CEO se Entera de Mis Mentiras romance Capítulo 121

Varias personas se abalanzaron sobre Raquel y Camila...

Pronto, los pasillos de la escuela se llenaron de gritos: —¡Algo malo está pasando! ¡Hay una pelea! ¡Alguien está peleando!

El señor Rodrigo estaba en la oficina del director, corrigiendo tareas, cuando escuchó el alboroto. De inmediato, salió con el ceño fruncido y preguntó con voz fría: —¿Qué está ocurriendo?

—Señor Rodrigo, Felipe trajo a un grupo de chicos y rodearon a Raquel y Camila... ¡Es terrible! Les jalaron el cabello, les arañaron la cara... —informó un estudiante, respirando con dificultad.

¿Qué?

El rostro del señor Rodrigo cambió al instante. Sin dudarlo, salió corriendo junto con el director.

Desde lejos, pudo ver la escena del enfrentamiento. Todos los secuaces de Felipe estaban en el suelo, completamente inconscientes por el somnífero de Raquel. Mientras tanto, Felipe estaba siendo sujetado por el cabello y presionado contra el piso. Camila, furiosa, le arañaba la cara sin piedad.

Felipe gritaba de dolor: —¡Ah! ¡Mi cabello! ¡Ah, mi cara!

El señor Rodrigo se detuvo por un momento.

Al principio, pensó que Raquel y Camila estaban siendo atacadas, pero jamás imaginó que, en realidad, ya habían reducido a Felipe y lo estaban castigando.

¿Quién en su sano juicio se atrevería a provocar a una mujer? Cuando las mujeres pelean, pueden ser despiadadas.

—¡Suéltenme! ¡Déjenme ir! ¡Soy el heredero de la familia Mendoza! ¡Voy a decírselo a mis padres y haré que las expulsen de la Universidad del Futuro! —gritó Felipe, desesperado.

El director, furioso, golpeó el suelo con el pie. —¡Esto es inaceptable! ¡Inadmisible! ¡Peleas en la escuela! ¡Llamen a los padres! ¡Que todos traigan a sus padres de inmediato!

Luego, el director miró al señor Rodrigo con preocupación. —Señor Rodrigo, ¿no fue usted quien aprobó el ingreso de Raquel? ¿Qué piensa hacer al respecto？

El señor Rodrigo se enderezó y, sin dudarlo, se desentendió de la situación. —A mí solo me pidieron que aprobara su ingreso. Raquel tiene un tutor legal, llámenlo para que venga.

...

El pasillo frente a la oficina del director estaba abarrotado de estudiantes curiosos, ansiosos por presenciar el drama.