El CEO se Entera de Mis Mentiras romance Capítulo 215

Raquel estaba acostada de espaldas, mientras Alberto se sentaba en el borde de la cama. Los dos parecían una pareja casada que estaba discutiendo.

Alberto apretó el puño y, tras un largo silencio, dijo una sola palabra: —Está bien.

Se levantó y se fue.

Se fue.

Las lágrimas en los ojos de Raquel no pudieron evitar caer nuevamente. Se cubrió el rostro, empapado de lágrimas, con la manta. No es nada importante, ¿verdad? Solo fue un sueño, él no la quiere, y ella lo tomará como si un perro la hubiera mordido.

Sin embargo, su corazón seguía doliendo... mucho, mucho.

Raquel sabía que aún amaba a Alberto.

Lo amaba profundamente.

...

Desde ese día, Raquel y Alberto no volvieron a tener contacto. Durante este tiempo, la persona más comentada fue Nahia.

Nahia de repente participó en un popular programa de variedades, el de mayor audiencia y controversia, donde su imagen pura y dulce la catapultó a la fama, siendo considerada "la pequeña doncella". Atraía a millones de seguidores y se convirtió en una estrella en ascenso.

Además, se rumoraba que Nahia pronto se uniría al elenco de la nueva película del director Maximiliano, "Bajo la lluvia", donde interpretaría el papel principal femenino.

Al mismo tiempo, Nahia logró aparecer en las cinco principales revistas, firmó varios contratos de patrocinio y su valor comercial seguía en aumento.

La rapidez con la que Nahia alcanzó el estrellato en el mundo del entretenimiento fue comparable a estar montando un cohete. Consiguió recursos que otros solo podían soñar, y ya se había convertido en una gran estrella.

Un día, Raquel y Camila fueron al Hotel La Luna Dorada a comer. Al llegar a la entrada, un grupo de guardaespaldas vestidos de negro salió corriendo y les gritaron: —¡Párense! ¡No bloqueen el camino!

Uno de los guardaespaldas las empujó y las apartó hacia una esquina.

También levantaron una cinta de seguridad.

Camila perdió el equilibrio y tropezó, pero Raquel la sostuvo a tiempo. Molesta, Camila exclamó: —¿Qué están haciendo? ¿A quién estamos bloqueando el paso?

—¡No se atreva a decir eso, gran estrella Nahia! Antes, mi vista era corta, pero ahora el lujoso salón ya está listo para ti. Por favor, acompáñame.

Con el gerente al frente, Nahia, seguida de un grupo de personas, avanzó hacia el interior.

Camila se quedó sin palabras. —Raquelita, ¿es esta realmente Nahia? No la reconozco.

Raquel observó los ojos de Nahia, que ya no podían ocultar la arrogancia en su mirada, y frunció ligeramente el ceño. —Es cierto, se siente algo extraña.

En ese momento, Nahia giró y vio a Raquel y Camila.

Detuvo sus pasos inmediatamente. —Raquelita, Camila, qué coincidencia, ustedes también están aquí.

Raquel y Camila intentaron acercarse a Nahia.

Pero sus guardaespaldas se interpusieron. —¡Deténganse!

Nahia levantó la mano y sonrió. —No pasa nada, ellas son mis compañeras de clase.